Durante las últimas semanas, concretamente desde principios de verano, parecía que mi conexión a internet se había vuelto loca. Cada vez que se iba la luz en casa y el router se reiniciaba, el WiFi no volvía a funcionar del todo, y dependía de si estabas conectado a la red original o si estabas usando la red del repetidor WiFi.
Tras la instalación de un nuevo sistema de aire acondicionado en el techo de mi casa, llegaron los problemas. Había que ajustar la potencia del contador eléctrico, pero hasta que dimos con esa solución, hubo que cortar la corriente muchas veces para hacer pruebas, y sumado a las veces que se iba la luz, se traducía en muchos reinicios del router que no se quedaban solo ahí. Y no era culpa de Digi.
Cuidado con los repetidores viejos
El problema es que la conexión, según las luces del router de Digi, se restablecía, pero en los dispositivos conectados, sobre todo en mi móvil y en la PlayStation 5 daba un fallo en la conexión DNS. Tras mucho tiempo revisando que los cables estuviesen bien conectados, que todo estuviese configurado correctamente, descubrí que el responsable de este problema era el repetidor WiFi.
Al volver la luz, el router se reiniciaba automáticamente en cuestión de segundos, y la conexión en apenas un minuto estaba lista. De hecho, todos los dispositivos se conectaban correctamente, pero no al router, sino al repetidor. Esto es así porque en las habitaciones más alejadas del salón de mi casa, la señal llega a través de un repetidor, y era el que estaba dando el problema.
Este aparato, encargado de llevar la señal del router hasta los dormitorios, comenzó a entrar en mi lista de sospechosos. Probé a desconectarlo, volverlo a enchufar y configurarlo de nuevo y, de repente, internet volvió a funcionar como acostumbraba. El problema es que esto se convirtió en una rutina, y cada vez que se reiniciaba el router de Digi me veía obligado a tener que hacer este tedioso proceso con el repetidor.
El problema es que esto no debería ser así, y nunca había sido de esta manera. En teoría, un repetidor debe conectarse automáticamente al router cuando detecta que este ha vuelto a emitir señal, pero el mío dejó de hacerlo correctamente. Tras informarme, descubrí que los más antiguos, como es el caso del mío, que rondará los 10 años, pueden quedarse pillados si pierden la referencia de la red durante un corte del suministro energético.
El problema era peor todavía teniendo en cuenta que mi repetidor está situado en un lugar que no es para nada de fácil acceso. Precisamente, se colocó ahí para que quedara escondido, ya que no iba a ser manipulado a menudo. Pues eso se traducía en que cada vez que cortábamos la luz o se iba, hasta que se solucionó el problema, tenía que subirme a una silla para poder reiniciarlo manualmente. Cero comodidad para un aparato que precisamente viene a ofrecer eso.
Y a pesar de que el problema de la luz ya está solucionado, ahora se antoja como vital reemplazar el viejo repetidor por uno más moderno. Los actuales son compatibles con WiFi 6 y se reconectan automáticamente, como debe ser. Así que si alguna vez te ha pasado algo similar, no apuntes únicamente a tu compañía o al router original, ya que los dispositivos que hacen de intermediarios, como los repetidores, pueden ser los verdaderos culpables.
