¿Merecen la pena las gafas con filtro azul para proteger la vista? Cada vez más expertos dicen que no
Desde hace ya años, muchos oftalmólogos y profesionales ópticos han venido comunicado su escepticismo sobre su eficacia, aunque estos filtros todavía se siguen vendiendo.
Todos los que llevamos gafas recordamos recibir la recomendación de comprar cristales con filtro azul en algún momento. Sobre todo si hemos usado mucho los ordenadores desde pequeños, trabajamos en oficinas o jugamos a videojuegos, lo normal es que hayamos escuchado en algún punto eso los filtros de luz azul artificial, que se le pueden añadir a las lentes por un plus en el precio.
La luz azul es la luz visible de mayor energía que se encuentra en el extremo frío del espectro de colores. Proviene del sol, pero también la irradian los ordenadores, tablets, smartphones, televisores, etcétera.
Por experiencia propia, sé que algunos oftalmólogos ya avisan a sus propios clientes sobre el tema, diciéndoles que pueden añadir ese filtro azul a sus gafas nuevas si lo desean, pero advirtiendo de un escaso consenso científico acerca de su eficacia. Existen varios estudios académicos que advierten de que estos filtros, aunque no perjudican en nada, tampoco suponen ninguna mejora notable frente a síntomas de fatiga ocular.
«No encontramos evidencia de alta calidad que respalde el uso de lentes de contacto BB para mejorar el rendimiento visual o la calidad del sueño, aliviar la fatiga ocular o conservar la salud macular en la población general», indica este estudio de 2017, o «los lentes que bloquean la luz azul no alteraron los signos o síntomas de fatiga visual con el uso del ordenador en comparación con los lentes transparentes estándar», concluye este otro de 2021.
Actualmente, a este tipo de fatiga ocular provocada por pantallas se la conoce como fatiga visual digital, en inglés, «computer vision syndrome», que afecta al 77% de los jugadores que tienen entre 15 y 29 años, según un estudio de Fad Juventud. Entre sus síntomas se encuentra la sequedad ocular, visión borrosa, dolor de cabeza o fatiga.
Qué es lo que realmente causa daño a los ojos
Aunque hay un claro consenso de que muchos usuarios experimentan daño en su vista por el uso prolongado de pantallas, muchos expertos no culpan de ello a la luz azul (que de hecho, emite el propio sol en infinitamente mayor cantidad que la que irradia la pantalla de un teléfono), sino que apuntan a otros factores más fácilmente manejables.
Si no es la luz azul en sí, ¿qué es lo que provoca esa fatiga ocular? Pues los expertos apuntan a otras razones. La principal es no pestañear lo suficiente. Cuando estamos frente a una pantalla, pestañeamos menos de lo que lo hacemos en otras condiciones. Normalmente, un humano pestañea 15 veces por minuto, pero cuando estamos con pantallas, esta cifra se reduce hasta la mitad.
La otra razón es tener las pantallas demasiado cerca. Lo ideal sería que estuviéramos entre 50 y 70 cm de distancia separados de ellas.
Recomendaciones alternativas
Sabiendo todo esto, podemos enumerar las soluciones que ofrecen diversos oftalmólogos para paliar la fatiga visual digital. Con la buena noticia, además, de que no vamos a necesitar pagar más dinero por esos filtros en las gafas, sino que vamos a poder mejorar nuestros hábitos sin gastar nada. Podemos resumirlas de la siguiente forma:
- Seguir la norma 20-20-20 al teletrabajar o usar el ordenador o la consola: 20 minutos de trabajo, luego un descanso de 20 segundos para mirar algo que esté al menos a 20 pies de distancia.
- Activar los modos nocturnos en los móviles: los smartphones modernos, tanto Android como iPhone, ya incorporan ajustes con los que programar no solo modos nocturnos que reduzcan el brillo de la pantalla, sino también opciones para cambiar la paleta de colores a una más cálida durante las últimas horas del día, lo que ayuda a dormir mejor. En iPhone, es tan sencillo como ir a Ajustes > Pantalla y brillo > Night Shift.
- Estar 1 hora sin pantallas antes de dormir: sin duda es la más difícil, ya que si no es con el móvil, estaremos viendo la tele, pero al menos, deberíamos recordar no estar tan cerca de la pantalla.
- Visitas al oftalmólogo y estudio de nuestras rutinas: para resolver molestias, deberíamos ir al oftalmólogo con regularidad de forma similar a como vamos al dentista, hablándole de nuestras rutinas y de los tipos de dispositivos que usamos, para que pueda pensar en la mejor solución para nuestro caos.
- Usar una buena iluminación: no trabajes o juegues a oscuras, e intenta tener siempre luz natural o un foco cercano cuando uses los dispositivos.
Solo con seguir estas pautas estaremos protegiendo nuestros ojos, muy probablemente, con mayor eficacia que con los filtros de luz azul, y sin gastar nada.