Décadas antes de que Internet llegara a nuestros hogares, Telefónica ya había creado en España la primera red pública de datos del mundo. La historia de la conectividad está repleta de curiosidades y detalles que no siempre son conocidos y que, sin embargo, han sido claves para disfrutar de la conexión que tenemos actualmente en nuestros ordenadores, dispositivos móviles y un sinfín de gadgets más.
El desarrollo de las nuevas tecnologías y las inversiones millonarias realizadas por las empresas de telecomunicaciones nos han permitido normalizar situaciones que eran impensables hace unas pocas décadas. Actualmente, la inmensa mayoría de nosotros llevamos en nuestro bolsillo un dispositivo de unos pocos gramos de peso capaz de ofrecernos cualquier tipo de información en milésimas de segundo.
Para llegar a este punto, la industria tecnológica ha tenido que superar todo tipo de desafíos que han permitido alcanzar el punto de madurez actual. Y España, a través de Telefónica, ha tenido un papel muy destacado.
La teleco española creó durante los años 70 la Red Especial de Transmisión de Datos de Telefónica (RETD), la primera red pública de datos del mundo. Telefónica fue pionera a nivel mundial en el campo de la conmutación de paquetes a nivel público, sentando las bases de lo que décadas después se convirtió en el Internet que todos conocemos hoy en día.
Los inicios del Internet actual
A finales de la década de los 60, Internet nacía como una herramienta que permitiese garantizar las comunicaciones durante la Guerra Fría, con motivo de la amenaza nuclear. Aquella red era mucho más rudimentaria y arcaica de lo que conocemos actualmente bajo el mismo nombre y su creación corrió a cargo de ARPA, la Red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Ministerio de Defensa de Estados Unidos.
Corría el año 65 y Estados Unidos lograba conectar dos ordenadores situados en el Estado de Massachusetts y en California, estableciendo una vía de comunicación entre el este y el oeste del país. Para ello, se sirvió de la conmutación de paquetes. Sirviéndose de esta experiencia, cuatro años más tarde, en 1969, se creaba ARPAnet, una red militar / universitaria experimental que conectaba varios puntos de Estados Unidos.
El papel de Telefónica
En diciembre de 1970, Telefónica fue nombrada vía decreto para construir una red de datos pública en España. Para ello, sus ingenieros viajaron a Estados Unidos, donde conocieron una solución de UNIVAC, basada en la conmutación de paquetes, que se había diseñado inicialmente para el sector bancario.
El equipo de ingeniería de Telefónica utilizó este mismo software y, tras llevar a cabo el desarrollo de software que fue necesario para adaptarlo al sistema público, nacía la RETD (Red Especial de Transmisión de Datos). El hito fue histórico, puesto que se trataba de la primera red pública de conmutación de paquetes del mundo.
Dicha red se inauguró oficialmente el 30 de julio de 1971 y el sistema incluía equipos en Madrid, Barcelona y Bilbao, cuyo uso variaba en función del tráfico que estuviera recogiendo la red, y se componía de dos niveles: red de acceso y red de transporte.
Telefónica lideró el desarrollo de la norma X.25 a posteriori, después de que en el año 1975 la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) aprobara su recomendación para normalizar la interfaz entre una estación y una red de conmutación de paquetes. El despliegue de las redes basadas en esta norma se llevó a cabo a partir del año 1976.
La necesidad de adaptarse al creciente tráfico
A mediados de los años 70, los equipos de la RETD no eran capaces de absorber el creciente tráfico y era necesaria la instalación de un hardware diseñado como conmutador de paquetes.
Telefónica volvía a liderar en el año 1977 un nuevo sistema propio de conmutación de paquetes, bautizado como TESYS, diseñado de forma conjunta con dos empresas más: SECOINSA y SITRE.
El desarrollo de TESYS fue otro hito sin precedentes, puesto que nació, entre otras cosas, para dar respuesta a determinados sectores que necesitaban unas soluciones de transmisiones de datos adaptadas a sus necesidades, como ocurría con el sector bancario. En aquel momento, no había nada igual en el mundo.
Expansión internacional
De hecho, estos sistemas se expandieron a diferentes países, como Noruega o Argentina, entre otros, después de haber entrado en vigor en el año 1982. Inicialmente, el sector bancario fue el que lo acogió con mayor fuerza.
El mismo año, la RETD evolucionó a X25 y se renombró como IBERPAC. Que, a su vez, permitió la entrada de servicios como videotex o el teletexto, otro de los grandes momentos de la época.
Una nueva generación
En el año 1988, Telefónica recibió el encargo de diseñar TESYS-B, una nueva generación de equipos. El equipo responsable de ello era Telefónica I+D, que había sido creado recientemente para atender las demandas de la nueva realidad de la época.
Pese a que TESYS-B sí que llegó a desarrollarse, no se desplegó de forma masiva por la irrupción de internet. La red pública de datos se transformaba en Red UNO y tenía como clientes principales al sistema bancario, las compañías eléctricas, Renfe o Iberia, entre otras.
El servicio IBERPAC, que ya hemos mencionado previamente, alcanzó los 95 países y ofrecía servicios como circuitos permanentes virtuales y grupos cerrados de usuarios. Por ejemplo, la red de videoconferencia internacional daba velocidades de hasta 2 Mbps y 768 kbps y nutría a 24 países.
En la década de los 90, esta red se renombró de nuevo como Red UNO y desapareció en el año 1996, tras el auge de Internet y la aparición de servicios propios de Telefónica que lo sustituían, como Infovía. Pese a que aquella red desapareció, su legado permanece en cada conexión que realizamos hoy en día. Sin la RETD, hubiera sido imposible disfrutar de Internet tal y como lo conocemos hoy en día.