¿Hace poco tiempo que te has comenzado a encontrar mal mientras utilizas tu teléfono móvil? Posiblemente hayas pensado que se trata de la edad, de algo relacionado con la vista o cualquier otro problema de salud. Pero lo cierto es que la respuesta es muy distinta, ya que posiblemente lo que está haciendo que te sientas mareado o con una mala sensación sea tu móvil. ¿Por qué te está ocurriendo ahora?
Las marcas de dispositivos móviles continúan mejorando cada vez más sus dispositivos y utilizando nuevos componentes para impactar de manera superior entre los usuarios. Lo que no se esperaban es que hubiera una pieza que, de imprevisto, se fuera a convertir en un serio problema para algunas personas. Este componente, la pantalla del móvil, es el motivo por el cual te puedes estar encontrando mal.
La sensación es cada vez peor
Eso es lo que reconocen algunas personas que sufren este problema. Todo comienza, habitualmente, con el cambio a un dispositivo móvil nuevo. En ese momento tu vista se comienza a acostumbrar a la sensación de usar ese dispositivo. En algunos casos, puedes comenzar a sufrir molestias mientras estás usando el móvil, como que te piquen mucho los ojos. Con el paso de las semanas y los meses, lo que comienza siendo un picor leve que ocurre cuando ya llevas un tiempo prolongado en el dispositivo, se acaba convirtiendo en un problema mayor, puesto que pasa de forma más inmediata. No solo te pican los ojos antes, sino que te pican más.
Al picor de ojos se pueden sumar otros efectos muy molestos, como tener nauseas hasta el punto en el que prácticamente estás a punto de vomitar. Una reacción inicial a este tipo de situación es pensar que puedes necesitar gafas, sobre todo si ya has alcanzado cierto nivel de edad en el cual pueda ser algo no tan extraño. Pero a medida que pruebas soluciones o que te planteas alternativas, descubres que no hay nada que evite que sigas sufriendo el mismo efecto. Y queda claro que el problema se tiene que encontrar en el móvil.
La culpa la tiene la pantalla
Cuando llegas a este punto te encuentras ante la dura realidad: el problema que está provocándote esos mareos y sensaciones desagradables es la pantalla. No es algo aislado: le pasa a muchas personas. Se trata de un problema atribuido específicamente a las pantallas de tipo PWM (Pulse-Width Modulation). Esta tecnología se encuentra en las pantallas de muchos terminales móviles actuales, desde el Samsung Galaxy S20 Ultra 5G hasta el Huawei P40 Pro, Oppo Find X2 Pro o el Realme 10 Pro+, siendo este último el que tiene un efecto más remarcado.
La frecuencia en la que funcionan estas pantallas activa el efecto de sensibilidad PWM, el cual está relacionado con el proceso del que hacen uso las pantallas cuando el nivel de brillo no está al 100%. Como seguramente te imagines, tener el nivel por debajo del máximo es más que habitual, por lo que se trata de una sensación que se puede llegar a sufrir en casos concretos. No obstante, ten en cuenta que no todas las personas tienen sensibilidad PWM, por lo que tampoco hay que pensar en estos dispositivos como una mala compra.
Concretamente, lo que ocurre con estas pantallas es lo siguiente. Cuando la pantalla del móvil se va oscureciendo de forma automática dependiendo de la iluminación del lugar donde te encuentres, los píxeles de tu pantalla mantienen el 100% del brillo. Para adaptarse a la iluminación, lo que hace el móvil es alternar los píxeles que se encuentran encendidos y otros que aparecen apagados en forma de línea desplazándose por la pantalla. El motivo de esta combinación de píxeles que están encendidos y otros que están apagados se encuentra en que no hay un punto intermedio en el que estos píxeles puedan funcionar. Por lo tanto, siempre se combinan en un volumen proporcional a la configuración de brillo que tengas. Pero el rápido movimiento que necesitan para hacer su función, acaba afectando de de una manera significativa.
¿Qué se puede hacer?
Es difícil. Los fabricantes están trabajando con tecnología de frecuencia PWM y no parece que la tendencia vaya a cambiar, al menos de momento. Lo que sí es importante es conocer los niveles de frecuencia a los que es más frecuente que te sientas mal y cuáles son tolerables. La clave está en utilizar smartphones que tengan una frecuencia lo más alta posible. Con una atenuación de la pantalla de 500 Hz no debería tener problemas nadie, incluso quienes sufren este tipo de sensibilidad. Pero con móviles que tienen una frecuencia de entre 200 y 300 Hz, la situación no resulta tan agradable. Por desgracia, modelos como el Samsung Galaxy S20 Ultra 5G o el smartphone Samsung Galaxy S22 Ultra tienen una frecuencia de alrededor 241 Hz, así que se pueden convertir en un problema si tienes esa sensibilidad.
Teniendo en cuenta que no hay ninguna solución más allá de cambiar de móvil o de tener el brillo siempre al 100%, es recomendable que compruebes el nivel de frecuencia de la atenuación de tu próximo dispositivo para saber si te expondrás a un riesgo o no. Pero recuerda que tus ojos están bien y que no necesitas gafas ni tienes algún otro problema.