Tener lo mejor en tecnología es algo reservado para los bolsillos más pudientes. La otra opción es tener un alto cargo no solo en una empresa, también en un organismo gubernamental. Y es aquí cuando cada gobierno pone sus propias normas como es el caso de China que ahora impide a sus trabajadores públicos llevar dispositivos de Apple al trabajo.
Es trata de una medida bastante contundente y, curiosamente, no lo hace como una forma de castigar a la marca. Y es que tiene un motivo bastante claro para impedir que sus funcionarios lleven en sus bolsillos un terminal de la manzana mordida como cualquier otro de una marca extranjera.
China quiere protegerse del espionaje
Estamos en una era en la que la tecnología está al alcance de cualquier persona. A día de hoy son muy pocos los usuarios que llevan en su bolsillo un dispositivo móvil y cada menos un wearable. Pero son muchas las leyendas negras que los rondan, algunas de ellas indicando que son capaces de saber de ti porque encienden apartados como la cámara o el micrófono para espiarte.
Y es por aquí por donde China quiere concienciar a sus trabajadores públicos. Es conocido por el basto nivel de seguridad y control que tiene el Gobierno de este país sobre su población, pero lo último es evitar los iPhone en sus organismos públicos con el fin de evitar filtraciones de datos.
Según lo que cuentan en el Wall Street Journal, todo tiene que ver con una nueva política estatal referida al big data. En ella se pretende reducir el uso de la tecnología extranjera por miedo a un posible ciberataque que llegue desde esos terminales.
Una cadena de suministro nacional
Esta medida que adopta el Gobierno chino es de lo más proteccionista. Parece que hay un temor creciente para evitar un ataque que revele información confidencial del Estado, y su decisión pasa por evitar los iPhone a toda costa. Es verdad que se hace hincapié en que quiere prescindir en la medida de lo posible de los dispositivos extranjeros, especialmente si vienen de Estados Unidos con quien tiene una relación comercial algo mala.
Recordemos que durante el mandato de Trump el país norteamericano cerró las puertas a muchas empresas chinas, lo que deterioró y mucho el crecimiento de Huawei y ZTE entre otras firmas. Del mismo modo, también se redujo el envío de semiconductores al país asiático con el fin de retrasar el aprovisionamiento de armas de China.
Ahora parece que es el gigante asiático el que golpea a EE.UU. donde más le duele: evitando el uso de los terminales de una de sus marcas más reconocidas. Recordemos que la manzana mordida también hace alarde de tener uno de los sistemas de seguridad y protección de datos más férreos. De hecho, ha tenido que pasar por el aro de China en más de una ocasión debido a que tuvo que instalar un centro de datos en el país para que los usuarios pudieran utilizar iCloud sin que sus datos salieran del territorio y tener control sobre ellos. Ahora podría tener una reducción en las ventas en el país, lo que supondría un avance de los productos tecnológicos nacionales.