Es 2022, pero tu conexión a Internet en casa sigue siendo inestable y te da problemas. No estás solo. A pesar de que cada vez tenemos routers más potentes, smartphones y ordenadores portátiles con antenas más precisas, muchos siguen padeciendo los contratiempos de hace una década. Es verdad que se han dado pasos adelante en cuestión de redes y tecnología para que esto se minimice, pero es bastante común a día de hoy contar con problemas de este tipo.
La conexión inestable puede deberse a varios motivos
En estos casos es habitual que nos hagamos una serie de preguntas que, en muchos casos, solo hacen por preocuparnos aún más. ¿Se trata del router, de la propia red, de la tarjeta de red? ¿Y si no tiene nada que ver con el hardware? En muchas ocasiones es el propio sistema operativo, como Windows, el que provoca ciertas incompatibilidades de conexión, que es la que luego hace que se vuelva inestable.
Desafortunadamente, más a menudo de lo que en realidad nos gustaría, es común sufrir algún problema con la conexión. Y, cual Ley de Murphy, suele ser habitual que las incidencias empiecen justo en aquellos instantes en los que más necesitamos que funcione adecuadamente. Pero déjanos decirte que sí, tiene solución.
Todos conocemos las ventajas de esta tecnología, pero en ocasiones se presentan fallos que perjudican nuestra navegación y conexión debido a factores tanto internos como externos que perjudican nuestra labor diaria. De todos modos, es importante realizar análisis de red cada cierto tiempo para ser conscientes de lo que ocurre en nuestras conexiones.
Posibles soluciones
Con todo, y seguramente nos ha pasado en alguna ocasión, es que no nos hemos podido conectar por ciertos errores que nos muestra en la configuración o simplemente porque el dispositivo (ya sea ordenador, móvil, tablet…) no quiere conectar con la red.
Hay que recordar, de todas formas, que una de las causas comunes de esta conexión inestable puede ser la saturación de la señal con muchos aparatos conectados a la vez, especialmente en routers viejos que procesan los datos enviados y recibidos de cada aparato en de uno en uno en vez de todos a la vez. Es fácil de comprobar, prueba a apagar varios de los dispositivos conectados. Si la conexión mejora en el resto, ya sabes el causante. Pero también puede haber otros motivos.
Comprueba la velocidad y tu ancho de banda
Lo primero que deberíamos comprobar es si efectivamente la velocidad de nuestra red es suficiente o si por el contrario, no llegamos al mínimo que deberíamos tener. En el caso de que al hacer un test de velocidad online nos encontremos cerca de nuestro router y la velocidad sea baja, probablemente la principal razón de la mala o inestable conexión es que otro dispositivo u ordenador está consumiendo todo el ancho de banda.
Para mejorar la velocidad, algunas de las opciones que tenemos es cambiar los cables que van del router a la pared (las mismas pueden deteriorarse con el tiempo) o comprar un cable de categoría 5E como mínimo y dejar a un lado la conexión WiFi, que posiblemente la raíz del problema. ¿Por ejemplo? Su router.
Mueve el router
Las redes electromagnéticas funcionan mejor cuántos menos obstáculos físicos haya entre emisor y receptor, claro. Si puedes hacer que entre el router y tu smartphone u ordenador haya dos paredes en vez de tres, mejor. Para probar la eficiencia, puedes instalar aplicaciones que miden la intensidad de tu red en tus dispositivos.
En este sentido, y de una manera muy provechosa, contamos con diferentes apps, tanto para los que son de Android como para iPhone e IOS. Para ello, lo mejor para comprobar y optar a esta solución es que nos movamos por ensayo y error. Así, la recomendación es que muevas el router y acto seguido comprobar la señal recibida en el punto de la casa donde solía fallar la conexión.
Al mismo tiempo, también podemos sugerir reinstalar todos los controladores de la tarjeta WiFi. Otra prueba sencilla consiste en apagar el router, esperar aproximadamente 10 segundos y luego encender nuevamente el dispositivo.
Revisa todos los cables de red
Muchas veces, la solución a una posible conexión inestable a Internet está en utilizar otro cable de red para que la conexión a internet se normalice. Para ello podemos hacerlo chequeando los que son los conectores RJ45 del cable de red para que se encuentren firmemente conectados, tanto en el router como en la PC.
Para asegurarnos que las interconexiones se encuentren en buen estado, desconectamos y volvemos a conectar las fichas para descartar falsos contactos. Un dato que nos puede ser útil es que la mejor manera de saber si los conectores están bien asegurados es escuchar un ‘click’ cuando conectamos las fichas a los dispositivos.
Adaptador inalámbrico habilitado
Si estamos utilizando un ordenador portátil, o un ordenador de sobremesa, pero conectado a la red inalámbrica en lugar de usar un cable de Ethernet, debemos revisar que el adaptador inalámbrico esté habilitado.
Especialmente en el caso de un ordenador portátil, algunos dispositivos disponen de un interruptor o un botón que activa o desactiva el adaptador inalámbrico. Y pudo haber ocurrido que lo hemos presionado sin darnos cuenta. Solo tendremos que volverlo a presionar, o revisar en el panel de Administrador de dispositivos si se ha deshabilitado.
