Este es el aspecto que tendremos los seres humanos dentro de 100 años según la IA: espero que se equivoque

Cada vez que alguien se atreve a preguntarle a la inteligencia artificial cómo seremos dentro de 100 años, las respuestas son tan fascinantes como inquietantes. ¿De verdad acabaremos con cabezas enormes, ojos desproporcionados y cuerpos adaptados a un mundo hipertecnológico? Aunque resulta difícil no sentir cierta curiosidad, también es inevitable desear que, por una vez, la IA se equivoque.
Lo interesante del tema es que detrás de esas ideas que tiene la inteligencia artificial, hay una serie de respaldos científicos que, dependiendo de cómo se mira, pueden resultar esperanzadores o bastante perturbadores.
¿Cómo será el ser humano del futuro?
Para llevar a cabo esta representación, la inteligencia artificial ha tenido en cuento multitud de variables, como el cambio climático, el uso constante de dispositivos digitales, la alimentación, los avances de la medicina, el entorno laboral e incluso las posibilidades de vida fuera de la Tierra. De todo ese cóctel, la IA es capaz de extraer una imagen del ser humano que dista bastante, al menos en el plano visual, de lo que somos hoy en día, con evidentes cambios físicos.
Uno de los cambios más llamativos tiene que ver con el tamaño de nuestra cabeza. Según los algoritmos, para el año 2035, el cráneo humano aumentará su volumen para albergar un cerebro aún más grande y complejo, adaptado al procesamiento constante de información digital. El uso intensivo de dispositivos inteligentes, realidad aumentada e interfaces neuronales nos obligará a desarrollar capacidades cognitivas más avanzadas. La frente será más alta y abombada, como símbolo externo de esa expansión cerebral, mientras que los maxilares podrían reducir su tamaño por la menor necesidad de masticar, debido a las dietas ultraprocesadas y a los suplementos nutricionales.

Nuestros ojos también serán parte de estos cambios. Tantas horas frente a la pantalla tiene sus consecuencias y ya las estamos viendo con infinitos casos de miopías y otros problemas de vista. En el futuro, según la IA, los ojos serán notablemente más grandes y se adaptaran a ambientes en los que haya poca luz e incluso a hábitats subterráneos y espaciales, donde la luz natural brilla por su ausencia.
Cambios en nuestro cuerpo según la IA
Pero lo que más preocupa es la piel, que debido a un cambio climático cada vez más agresivo, según los expertos, desarrollará defensas naturales. La piel será más oscura y gruesa, capaz de soportar niveles elevados de radiación ultravioleta, temperaturas extremas y productos contaminantes.
El cuerpo, por lo general, experimentaría una reducción de tamaño. Seríamos más pequeños y con una complexión más estilizada. Esto vendría dado por hábitos más sedentarios y un predominio de los trabajos intelectuales sobre los físicos. Las manos también cambiarían, haciéndose más hábiles, para adaptarse al constante manejo de los dispositivos móviles.

Y no todo queda ahí, ya que la IA pronostica que dentro de un siglo el ser humano podría estar fusionado con las máquinas, a través de prótesis biomecánicas, dispositivos integrados en nuestro cerebro, y mucho más.
En cualquier caso, los expertos recomiendan que tomemos estas predicciones con cautela, ya que la evolución humana es lenta y está influenciada por numerosos factores que la IA pasa por alto. Además, la medicina podría corregir algunos de estos cambios antes de que se establezcan de forma definitiva, mientras que los factores culturales podrían frenar muchos de los cambios.
En resumen, dentro de cien años, lo que se espera es un gran cambio físico y cognitivo, impulsado sobre todo por la tecnología y la biología. Se espera una mayor integración con dispositivos inteligentes, mayor esperanza de vida gracias a la medicina genética y adaptaciones corporales. El futuro, como siempre, es incierto, pero parece ir encaminado hacia una fusión.
Pero sí conviene que nos preguntemos si queremos que la tecnología dirija nuestra evolución. ¿Nos pareceremos en 100 años a lo que somos hoy? La respuesta es imposible saberla, pero lo que está claro es que el futuro de la humanidad no lo conoce ni la IA y muchos esperamos que se equivoque.