¿Has oído alguna vez hablar de los ensayos clínicos? Son estudios en los que puede participar cualquier persona y que cuentan con compensación económica. Para muchos ciudadanos se trata de una manera de obtener ingresos a cambio de una experiencia médica con la que, por otro lado, es posible ayudar en la búsqueda de remedios para todo tipo de enfermedades. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre ello.
Los estudios o ensayos clínicos han sido, durante décadas, una forma con la cual todo tipo de ciudadanos han encontrado una fuente adicional de ingresos. No se habla mucho de ello, pero, en realidad, en estos ensayos participan miles de personas y es algo que cada vez está más normalizado.
Chequeo completo
Ten en cuenta que hay distintos tipos de ensayo y que, por lo tanto, no siempre te vas a encontrar con el mismo tipo de proceso. Todo dependerá de la empresa, laboratorio u hospital con el que vayas a realizar el trabajo o incluso será algo que cambie en base a la investigación que se esté llevando a cabo. Dicho esto, el ensayo suele comenzar con un chequeo completo para la persona que vaya a participar en el mismo.
Aunque primero se realiza una entrevista personal que ayuda a determinar si serás apto para el ensayo, esto no elimina la necesidad de hacer un chequeo en el que los médicos responsables comprobarán que tu estado de salud es el adecuado para el estudio. Esta es una ventaja que puede resultar interesante para ti, puesto que se trata de chequeos en profundidad con los que puedes llegar a descubrir si tienes algún tipo de problema de salud que no se haya detectado simplemente con un análisis de sangre.
El informe del chequeo médico se te entregará al final del mismo tanto si has sido aprobado para el estudio como si no. Además, por lo general también se hace un pago simbólico por la participación en este chequeo, de manera que tu tiempo será recompensado. Estas pruebas médicas iniciales tienen una duración media de entre 2 y 3 horas.
Proceso del ensayo
Esta es la parte donde hay más variedad de opciones, aunque te podemos comentar algunos casos. Es frecuente que, en algunos estudios, tengas que pasar algunas noches en las instalaciones. En el momento en el que llegues te instalarán en la habitación que tengan para ti, donde te proporcionarán los elementos básicos para que puedas pasar la noche o el tiempo que estés internado. Por lo general, no suele haber problema en disponer de objetos personales, pero en algunos casos se pone límite a lo que puedes introducir del exterior a fin de mantener la seguridad de las pruebas.
Aunque ya habrás hecho anteriormente el chequeo completo, antes de iniciar el procedimiento del ensayo habrá que pasar por una serie de pruebas. Serán comprobaciones que estarán más relacionadas con el tipo de medicina que se vaya a probar contigo. Por lo general siempre se hace un análisis de sangre, pero al margen de esto pueden ser necesarias biopsias u otro tipo de análisis que lleven a que se explore tu cuerpo de distintos modos. Una vez ya estés listo, se te proporcionará la primera dosis del ensayo y comenzará el proceso de monitorización.
Como te indicamos, hay mucha variedad en el desarrollo, pero lo que sí es habitual es que se monitoricen tus constantes y otros aspectos de tu organismo en varias ocasiones a lo largo de las horas. La enfermera te irá visitando en la habitación para comprobar tu estado y tu médico también te mantendrá informado de todo lo que vaya ocurriendo.
Dependiendo de si tienes que estar internado o si puedes salir del centro, tendrás más flexibilidad. Piensa que hay ensayos que requieren monitorización durante dos o tres días, mientras que, en otros casos, solo se requerirá tu visita con el paso de unos días. Todo ello depende de las condiciones del ensayo o de los resultados que se esté buscando con el mismo.
¿Cuánto me pagarán?
A todos nos gusta pensar que participar en los ensayos clínicos es algo que dará a los médicos la capacidad de salvar vidas en el futuro, pero es obvio que también se suele realizar por la compensación económica. Te podemos decir que los importes que se conceden varían en rango dependiendo de la duración del ensayo, de lo que implique, como si tienes que estar internado o no, y también en base a los procedimientos que se realicen. Dicho esto, hay ensayos muy sencillos que pueden suponer tomar unas pocas pastillas y hacer los análisis de sangre pertinentes en los que la compensación será solo de unos pocos cientos de euros. Pero también hay ensayos más complejos como los que te hemos mencionado en los que podrías llegar a obtener más de 3.000 euros.
Lo cierto es que las cantidades de compensación que se obtienen en España por los ensayos clínicos están muy en la línea de las cifras que se consiguen en otros países. En este sentido no se puede decir que nuestro país esté por detrás, en especial si se encuentran buenos ensayos. Hay casos muy concretos en los que los procesos pueden ser un poco más invasivos en los que las cantidades podrían superar los 4.000 euros.
¿Pero es arriesgado?
En principio, no debería serlo. Tienes que pensar que no se pueden llevar a cabo ensayos clínicos que no hayan sido aprobados previamente por las autoridades sanitarias. Tienen que pasar una serie de controles e incluso hay un departamento de ética dedicado a su supervisión para asegurarse de que cumplen con todas las normas y que no juegan con la seguridad de los participantes. La ética, en este sentido, es fundamental.
Por supuesto, tampoco hay que olvidar que estás probando tratamientos y medicinas que todavía están en proceso de prueba y cuyos resultados, aunque se espera que se encuentren dentro de un rango, podrían causar algún tipo de reacción inesperada. Por ello, siempre tienes que tener la mente abierta y ser consciente de que, por muchas regulaciones que existan, estás participando en ensayos médicos. Al mismo tiempo, y aunque no debería haber problemas, tampoco se puede descartar alguna consecuencia futura por la ingesta de determinadas medicinas.
Para terminar, ten en cuenta que cada ensayo clínico busca a unos candidatos determinados, así que aunque encuentres muchas ofertas disponibles, lo más probable es que no te puedas presentar a todas ellas. Hay exigencias de edad, sexo, condición física o incluso de pasado médico. Además, tampoco podrás ir de ensayo clínico en ensayo clínico, sino que habrá unos plazos de descanso por los que tendrás que pasar hasta que puedas presentarte a un nuevo tratamiento.