En el año 2021, los NFT, las criptomonedas y los criptojuegos estaban de moda. Se convirtieron en el tema más candente entre millones de usuarios. Con el paso de los años, todo ha desaparecido. MenaceToSociety cuenta en X que pagó 31.000 dólares por un mono y, hoy día, su inversión se ha ido por el retrete.
La historia de este usuario, quien ha tratado de poner un poco de comedia sobre todo lo sucedido, posiblemente no difiera tanto de la de otras personas. En 2021, cuando muchos de nosotros nos volvíamos locos por los NFT y las criptomonedas, decidió comprarse un mono. Sí, un mono. El mono de los 31.000 dólares.
Muchos quisieron tener un mono
Tener el mono de Bored Ape en 2021 era lo más. Por supuesto, ya en su momento había multitud de usuarios de X que ridiculizaban a quienes invertían en los monos digitales. En resumen, un mono en forma de imagen estática que, eso sí, estaba vinculada a tu wallet. Es decir, que ese mono, solo lo tenías tú.
MenaceToSociety ?@NFTsAreNiceI bought this NFT in 2021 for $31,000Now it’s worth $0 https://t.co/T4gPxX4xZV
19 de octubre, 2025 • 03:49
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Eso provocó la locura, porque “todo el mundo” quería tener un mono para ponérselo de avatar y decir “ey, mira el mono que tengo”. Hubo quien hizo negocio revendiendo monos. Podía ser duro, pero había margen de beneficio. Multitud de famosos, como el mismísimo Justin Bieber, se dejaron la piel intentando conseguir el mono de turno. En su caso, pagó más de 1 millón de dólares y, años después, su valor ya había caído un 95%.
Los diseños eran muy de videoclip de Gorillaz, ese rollo. La verdad es que no eran ni bonitos, y una pegatina del Toi de Bollycao habría lucido mejor (ya llegan tarde para su colección de NFT). Pero la cuestión es que todo el mundo quería el mono.
Los monos más caros
Pagar 31.000 dólares por un mono como le pasó a MenaceToSociety, el usuario de X del que hablamos, duele. Pero lo cierto es que su mono no fue, ni de lejos, el más caro. El récord del Bored Ape Yacht Club más caro lo tiene un modelo que, en una subasta, llegó a una cifra de 3,408,000 dólares. Sí, más de 3 millones de dólares convertidos, hoy día, en 0 o cerca de cero.
SAY CHEESE! ??@SaycheeseDGTLJustin Bieber purchased this Bored Ape NFT in January 2022 for $1.31 million.Today, it’s worth $59,090. https://t.co/SEtUy4TasA
03 de julio, 2023 • 18:52
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Seguramente, quien lo compró, estaría encantado de cambiarlo por 3 millones de plátanos. Cualquier cosa antes que una imagen que en estos momentos no vale nada. Otros monos siguieron esa misma estela y así, por ejemplo, el segundo más caro se vendió por 2,907,016 dólares. Como se puede ver, los 31.000 dólares fueron calderilla.
¿Por qué ya no vale nada?
Porque se pasó el boom, se pasó el frenesí, y la gente que estaba moviendo ese negocio decidió ponerse a otras cosas más productivas. Cuando el boom de los NFT pasó, el castillo de naipes que se había formado a su alrededor se derrumbó generando una onda expansiva digna de la mejor película de Hollywood.
Como si Thanos hubiera chasqueado los dedos, los monos empezaron a desaparecer de los avatares en redes sociales. Una vez pasado el boom, cuando la gente abrió los ojos y pensó “estoy pagando 30.000 euros por una imagen que cualquiera puede guardar en su ordenador”, los monos desaparecieron. Ya no era cool tener un mono, sino que, en realidad, se convirtió en todo lo contrario.
Los influencers que habían promocionado archivos NFT como forma de lucrarse, empezaron a esconderlo, a borrar mensajes, a hacer “mutis por el foro”, como si nada hubiera pasado. Unos miles de euros por aquí, unos miles de dólares por allá… mucha gente hizo fortuna con monos y otros animales.
Hoy, los monos siguen existiendo, en algunos casos en wallets perdidas, en otros, sobreviviendo en redes sociales como símbolo de una época que, años después, ya se está empezando a ver con nostalgia. Hay quienes creen que, esa nostalgia, reactivará el “fenómeno mono” y que, en algún momento, un millonario chino dirá “vamos a comprar monos de nuevo”. De esa esperanza se alimentan quienes todavía tratan de recuperar los 31.000 dólares de turno.
NFTs perdidos o abandonados
El estigma de los NFT es convertirse en residuos que desaparecerán sin dejar rastro. Llegará un momento en el que ya no le importen a nadie y que, quienes pagaron por ellos, los olviden del todo o los recuerden con una extraña sonrisa en sus rostros.
Escribiendo esta reflexión, este homenaje al hombre que “tiró” 31.000 dólares para comprar un mono, también hemos hecho ejercicio de nostalgia. Me he preguntado dónde estarían mis NFT, qué estarían haciendo, si el criptomundo los estaría alimentando y si estarían contentos. Si abandoné a mis 5 tamagotchis, tampoco he tenido ningún problema en abandonar a mis NFT de Hacendado. Para ello, le he quitado el polvo a mis cuentas de usuario para ver cómo estaba la situación.
DC Universe NFT
Allá en 2021, DC Comics se subió al tren de los NFT e hizo una promoción con la que regaló NFT que inmortalizaban portadas de cómics legendarias de Batman, Superman, Wonder Woman o Flash, entre otros personajes.
La empresa que gestionaba los NFT cerró o decidió vender su estructura y ahora todos los archivos han pasado a otra entidad distinta. Moraleja: después de 20 minutos intentándolo, no he podido entrar a ver mi colección de portadas de cómics en forma de NFT.
La solución: me he ido a Google, he puesto el nombre de los cómics y he visto las portadas. ¿La diferencia? Ninguna, más rápido. Esos NFT hoy día tampoco tienen ningún valor, por si había dudas.
Axies de Axie Infinity
Sin extendernos mucho. Axie Infinity fue un juego tipo Pokémon que llegó a estar financiado (en algún nivel que nunca entendió nadie) por Ubisoft. El juego era divertido, porque se realizaban batallas estratégicas por turnos.
Para empezar a jugar, tenías que comprar estas criaturas conocidas como Axies. Y claro, se vendían al mejor postor y cada una era única. Había que sacar el talonario para comprar los bichos del demonio, asegurarte de comprar los adecuados (porque algunos eran muy malos) y luego ponerte a jugar como loco. Sorprendido, veo que, mis Axies, siguen estando en mi colección, medio dormidos, pero listos para la batalla. Una batalla en la que nunca volverán a luchar.
¿Qué valen hoy? Posiblemente, nada. El juego hace tiempo que dejó de ser un buen negocio, tal y como ocurrió cuando se desplomó el castillo cripto después del ya legendario año 2021. Pero mira qué felices están Gazpacho, Pincho y Mochilo. A diferencia de los monos, al menos estos NFT permitían ganar dinero, aunque hoy día son igual de inútiles.
Otros muchos NFT
¿Realmente no valen nada los NFT ahora mismo? La cuestión es que depende. Si entramos en una plataforma de compra-venta como Open Sea podemos ver que todavía hay quienes están intentando vender los monos por miles de dólares. De vez en cuando, en algún momento, no hay que descartar que alguien tenga la idea de comprar uno por algún motivo desconocido.
Lo mismo ocurre con otros muchos NFT. Binance, una de las herramientas más importantes en el entorno cripto, continúa lanzando colecciones NFT de distintos temas, como las de Cristiano Ronaldo. Binance los promociona diciendo “Colecciona tus momentos favoritos de CR7”, pero no hemos encontrado el momento piscinazo.
En Japón, por ejemplo, se han lanzado colecciones NFT de Oliver y Benji, para que tengas tu NFT con el Tiro del Tigre de Mark Lenders. Pero luce menos que tener el póster colgado de la habitación. Desaparecer, los NFT no han desaparecido, aunque su momento parece que ya pasó, al menos hasta nuevo aviso.
¿Por qué se han hundido los NFT?
Hay un cúmulo de factores que han llevado a los NFT a que se transformen en un experimento fallido. El primero de ellos es que, como decíamos, el sector cripto enloqueció en 2021 y luego se produjo una caída extrema de confianza entre los usuarios. Quienes se limitaban a invertir comprando y vendiendo, posiblemente lo sufrieron menos.
Pero aquellas personas que estaban en el sector cripto con imágenes NFT o criptojuegos, fueron testigos de un punto de inflexión en el que todo se derrumbó. Los meses de jolgorio iniciales desaparecieron como si alguien hubiera pulsado el botón rojo de cancelarlo todo. Eso hizo que los NFT y los juegos cripto, que funcionaban con personajes en NFT, perdieran su popularidad.
En paralelo, no hay que olvidar que todo alrededor de los NFT era puro negocio. Había quienes buscaban lucrarse y personas que se dejaban llevar por el afán de tener uno de esos archivos. La duda sobre si era buena idea o no invertir en NFT, persiguió a todos los interesados hasta que, en un momento u otro, tuvieron que reconocer la evidencia.
Posiblemente, los NFT hubieran encajado mejor en la sociedad digital sin dinero de por medio y simplificando su acceso y colección. Pero con wallets, monederos, uso de gas, minteo y mil términos más y procesos complicados, era difícil que ocurriera. Ahora que Hacienda se ha metido con las criptos, con los NFT y con el valor atribuido a este tipo de entorno digital, todavía resulta algo menos atractivo. Desde aquí saludamos a los propietarios de monos en NFT por su bravura. A ellos, siempre les quedará la anécdota. Para el resto, Google Imágenes tiene todo lo que necesitas totalmente gratis.
