Cada vez más bancos centrales estudian lanzar versiones digitales de sus monedas
Aunque en la Unión Europea aún no tenemos activo el euro digital, tanto esa institución como muchos otros bancos centrales en todo el mundo continúan trabajando en sus proyectos de divisas digitales, llegando a tener prototipos bastante avanzados.
Así se desprende de un reciente estudio del think tank estadounidense Atlantic Council, que recoge que hasta 134 países están trabajando en la actualidad para crear una versión digital de sus propias monedas corrientes.
Esto representa una cobertura del 98% de la economía mundial, por parte de estas monedas digitales de bancos centrales (CBDC) que tratarían de adaptarse a una nueva era marcada por la disminución del uso de dinero en efectivo y por el sector de las criptomonedas, encabezado por Bitcoin y Ethereum.
Entre todos los países, son Bahamas, Jamaica y Nigeria los únicos tres que ya han desplegado sus monedas virtuales, que han experimentado recientemente un alza en su uso. China también se encuentra muy avanzado, aunque de momento solo ha desplegado un prototipo: e-CNY. El chino supone el plan piloto más grande del mundo, y el uso de este e-CNY se ha cuadruplicado hasta los 7 billones de yuanes en transacciones, según su gobierno.
Pero ya se están realizando pruebas también en otros países, unos 44 en total. Además, todas las naciones miembro del G20 están estudiando de alguna forma el uso de estas CBDC. También se avanza en el seno de la UE. El Banco Central Europeo ha lanzado un proyecto piloto de varios años para comenzar a probar el euro digital, y destaca asimismo la subida de Estados Unidos al carro de las monedas digitales.
Estados Unidos, no obstante, lleva años de retraso respecto a otros países debido a su mayor escepticismo sobre la privacidad, según portavoces del think tank. Ahora, el país ha decidido darle una oportunidad a un posible dólar digital, participando en un proyecto internacional con otros seis bancos centrales.
Transacciones entre bancos centrales
Además de experimentos con el uso masivo de monedas digitales, los bancos centrales han estado probando la utilidad de esta tecnología para la ejecución de transacciones entre estas instituciones. Desde la invasión rusa de Ucrania y la subsecuente respuesta del G7, se han duplicado los proyectos de CBDC de venta al por mayor para uso exclusivo de bancos centrales, hasta alcanzar los 13.
El proyecto que más ha crecido se llama mBridge. Está basado en blockchain y conecta monedas digitales de los bancos centrales de China, Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, Hong Kong y Arabia Saudita, y se espera que se expanda a más países en lo que queda de año.
«Con el Proyecto mBridge, el número de pasos se puede reducir significativamente al permitir la conectividad bilateral directa entre los bancos locales del beneficiario y del pagador, respaldada por la interoperabilidad con los sistemas de pago nacionales de los participantes», recoge un documento del Banco de Pagos Internacionales (BIS).
En la Unión Europea, conscientes de las suspicacias que esta tecnología provoca entre los más preocupados por la privacidad, están trabajando en un euro digital que funcione sin necesidad de identificación bajo determinados supuestos, de forma que pueda parecerse en algo al dinero en efectivo, sin que cada una de las transacciones tenga por qué quedar registrados en Internet.