China sorprende con un arma 6G capaz de inutilizar radares de cazas F-35

Durante los últimos días, hemos sido testigos de la importancia que el buen funcionamiento del radar tiene en todos los conflictos bélicos. Ahora, Ahora, informes provenientes de China sugieren que investigadores de ese país estarían desarrollando tecnología para interferir con los sensores de los F-35.
El ataque de Estados Unidos a Irán durante el pasado fin de semana ha dejado latente la importancia que el buen funcionamiento de los radares tienen en todos los conflictos bélicos. Resaltando la importancia crítica de los sistemas de radar y guerra electrónica en los conflictos modernos
Desde China se está trabajando en una innovadora arma de guerra electrónica que utiliza tecnología 6G para engañar a los radares de los cazas F-35, uno de los cazas furtivos tecnológicamente más avanzados actualmente en servicio.
El estudio está liderado por la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, según afirman desde Interesting Engineering. Destaca por ser capaz de crear un mecanismo de procesamiento de señales de última generación que consigue mejorar la capacidad de interferencia y de comunicaciones, lo que provoca que los F-35 no puedan seguir el curso de sus objetivos.

Un arma contra los sistemas de radar avanzados
La guerra electrónica es una estrategia más dentro de cualquier conflicto bélico que durante los últimos años ha aumentado de forma considerable su importancia. El sistema utilizado por China está desarrollado para confundir a los sistemas de radar más avanzados, como es el caso del Northrop Grumman AN/APG-85, que es el que encontramos en los cazas furtivos F-35.
Este nuevo arma basado en tecnología 6G sería capaz de generar más de 3.600 blancos falsos en cada ataque, lo que dificultaría enormemente la tarea del piloto que se encuentra inmerso en una misión y tiene que abrir fuego contra alguno de los objetivos fijados previamente.
Sin embargo, los beneficios del sistema no solo terminan ahí. Además, también funciona como inhibidor terrestre y centro de comunicaciones de alta velocidad, siendo capaz de mover grandes cantidades de datos del campo de batalla a más de 300 plataformas terrestres. Todo ello gracias a su fibra óptica.
Sistema | País de Origen | Capacidad Clave Afirmada (ej. Blancos Falsos) | Tecnología Base Reportada | Estado |
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Sistema Chino 6G (nombre no especificado) | China | Más de 3.600 blancos falsos por ataque | 6G, fibra óptica, modulador IQ | En desarrollo (afirmado) |
Northrop Grumman AN/APG-85 (Radar del F-35, objetivo del sistema chino) | EE.UU. | N/A (Es un radar, no un sistema de interferencia) | AESA (Active Electronically Scanned Array) | Operativo |
AN/ALQ-249 Next Generation Jammer (NGJ) | EE.UU. | No público / Clasificado (Capacidad superior a sistemas previos) | AESA, DRFM (Digital Radio Frequency Memory) | En despliegue/Operativo |
Sistemas tipo Krasukha | Rusia | Interferencia de amplio espectro, alcance variable | Banda ancha, análisis de señal | Operativo |
El futuro de la guerra electrónica pasa por el desarrollo del 6G
Según los investigadores que se están encargando de su desarrollo, se trata del primer sistema del mundo que es capaz de lograr comunicación simultánea full dúplex en la misma frecuencia y, además, ofrecer capacidad de interferencia.
La principal diferencia con el resto de los sistemas tradicionales de defensa que están centrados en funciones concretas, es que esta nueva arma desarrollada por china integra en una misma arma 6G integra detección, análisis y transmisión con un mínimo de energía. Para lograrlo, se sirve de un modulador IQ de adobe polarización para el procesamiento de datos e interferencia de señales, un bucle de fibra activo para objetivos falsos con retraso de precisión y método inteligente que se encarga de simular radares.
Fuentes especializadas confirman que China es el país con mayor número de patentes en torno al 6G del mundo, por lo que todo parece indicar que el país asiático será una de las figuras clave en el desarrollo de este nuevo estándar de conectividad que, como hemos podido comprobar, va mucho más allá de las comunicaciones civiles.