Las baterías tóxicas ya no serán un problema: así se reciclarán sus materiales

Uno de los grandes frentes a resolver dentro de la movilidad electrificada es la de solucionar la gran huella contaminante que producen las baterías tóxicas de estos coches eléctricos. O lo que es lo mismo: conseguir que sus células eléctricas pueden emitir menos gases una vez han sido ya utilizadas. Y ahí, la firma de Tesla lo ha vuelto a hacer con una tecnología que logra reciclar el 92% de las baterías usadas con una nueva tecnología de reciclaje.
Desde sus inicios, la gigante compañía automovilística de Tesla ha sido muy consciente del impacto medioambiental de la producción de baterías de sus eléctricos. Lo vemos con el informe reciente de IVL, que indica que la producción de baterías de iones de litio emite entre 61 y 106 kilos de equivalentes de dióxido de carbono por kwh de capacidad de batería producida.
Tesla busca reducir su impacto medioambiental
En esas, y aunque en principio estos vehículos son Cero Emisiones y no producen gases nocivos a la atmósfera, sí es verdad que sus baterías tienen un problema importante. Especialmente cuando ya se han agotado y han dejado de tener una buena vida útil. Es por eso que Tesla se ha visto en el camino para solucionarlo.
De esta manera, mejorar sus procesos de reciclaje ha sido un objetivo de alta prioridad para la empresa. Junto con otros objetivos, como mejorar la seguridad del conductor con su software de conducción autónoma completo, el conocido como Autopilot. De hecho, el cofundador y director de tecnología de Tesla, JB Straubel, abandonó la compañía en 2019 para fundar una empresa de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos llamada Redwood Materials.
Se trata de la primera fase de construcción de su división de reciclaje de celdas de batería, esta ubicada en la Gigafactoría de Nevada. Según la marca, puede ser capaz de recuperar de 1.000 kWh un total de 921 kWh. Esto, resultado de todos los materiales que componen las baterías de sus coches eléctricos. Todo a través de un proceso de separación física y purificación, entre otros.
De qué trata
Según anunció la propia compañía, es objetivo es adaptar las soluciones de reciclaje de las baterías tóxicas a cada Gigafactoría y reintroducir materiales valiosos en el proceso de fabricación. En definitiva: desarrollar un proceso de reciclaje seguro con altas tasas de recuperación, bajos costos y bajo impacto ambiental.
Por su parte, la firma también ha evocado con este sistema de reciclaje a conseguir extraer 1300 toneladas de níquel, 400 toneladas de cobre y 80 toneladas de cobalto desde que empezó a funcionar en 2020. Una excelente noticia para el sector que ve ahora la posibilidad real de que las baterías tóxicas de los eléctricos no lo sean tanto.
Al mismo tiempo, algo a prestar consideración es que es con ello Tesla también beneficiará al mundo de la automoción. Y es que ahora será más barato recoger las baterías antiguas cambiadas y procesarlas en la fábrica para producir nuevas baterías que comprar nuevos materiales y transportarlos a su fábrica.
“Como fabricante de nuestro programa interno de baterías, estamos en la mejor disposición para reciclar nuestros productos eficientemente y maximizar la recuperación de material clave para las baterías,” asegura en el informe. “Nuestra intención es crear soluciones de reciclaje para reintroducir materiales valiosos en nuestro proceso de producción», decía Elon Musk al respecto.
El 100% de las baterías recibidas se reciclarán
Como señala la firma en su informe, el paquete de baterías de un vehículo Tesla está diseñado para durar más que el vehículo en sí. Debido a esto, pocas baterías de consumo, incluso las de sus Model S que superan la barrera límite de los años, han sido retiradas.
Por lo tanto, lo que busca la compañía es incorporar este sistema interno de reciclaje de circuito cerrado. En él, se garantizará que el 100% de las baterías recibidas se reciclen y que hasta el 92% de sus metales en bruto se reutilicen.