En los últimos tiempos todo se dirige al coche eléctrico por su utilidad, su responsabilidad ecológica, su forma de economizar el transporte… pero, ¿qué hay del coche híbrido? ¿Sigue siendo una buena idea? La realidad es que sí, por poco que se esté hablando de ellos. Y no por otra razón que porque el 100% electrificado ha cogido todo el protagonismo. Pero sí, pese a las restricciones e imposiciones que buscan desde Europa, valen la pena…
El coche híbrido sigue siendo interesante
En un mundo cada vez más consciente del cambio climático y propenso a la electrificación, el eléctrico está en el foco de la atención, claro, por una apuesta de lleno por los diferentes gobiernos. Esto ha hecho porque se busque retirar a los de combustión, ya sean diésel o gasolina, pero también haciendo de menos al coche híbrido.
Pero todo lo contrario; estos últimos siguen pareciendo un interesante punto de partida, que ha visto mucho éxito y evolución en los últimos años. Con sus consumos reducidos y varias opciones de motorización, estos modelos no sufren las restricciones y medidas que se están aplicando para acabar con la combustión de cara a mediados de siglo.
Con todo el revuelo y crecimiento que hay del sector, es lógico pensar si es el momento de pasarse al mundo de los híbridos, así que vamos a tratar de resolver las dudas que pueda haber y entender lo que nos puede aportar en estos tiempos.
Qué hay que saber
Porque sí; es verdad que el automovilismo está cada vez más gobernado por los eléctricos, pero el coche híbrido también supone una buena opción. Con su combinación de propulsores eléctricos y de combustión, ofrecen bajos consumos y emisiones, mientras que mantienen una autonomía propia de un coche tradicional.
Son muchas las ventajas del coche híbrido, también el convencional (HEV) como el enchufable (PHEV), y de ahí que se trate de un vehículo en auge. Silenciosos, con diseños innovadores y nula contaminación, favorecen seguir la política marcada de cuidar el medio ambiente y luchar contra el cambio climático.
Si a ello le añadimos la incertidumbre que provocan los precios de los combustibles, ahí podríamos encontrar algunos de los motivos por los que estos híbridos son hoy coches que ganan muchos frentes.
Esto se debe a que su motor eléctrico está respaldado por uno de combustión interna, que tiene más funciones, como transformar la energía química del combustible en energía cinética, cargar la batería del motor eléctrico y recuperar energía durante el frenado regenerativo. Conducir un coche híbrido significa hacer una gran contribución a la reducción de las emisiones de CO2, aunque también ayuda a obtener varias ventajas:
- La reducción de la contaminación acústica, ya que un motor híbrido genera mucho menos ruido que uno tradicional.
- La conducción urbana, porque el motor del coche híbrido es mejor para viajes cortos en el caótico tráfico de la ciudad.
- Un coche híbrido, además, es tan fácil de mantener como un vehículo clásico. La parte eléctrica del coche no requiere que el propietario realice ningún tipo de intervención especial.
Incentivos muy favorables, menor mantenimiento…
El precio de estos coches es ciertamente más caro que uno convencional, por un margen aún importante. Sin embargo, el crecimiento de la demanda, el crecimiento de la competencia y los constantes avances tecnológicos están haciendo que este margen descienda.
No obstante, también cabe decir que hay otro de esos puntos positivos de adquirir este tipo de vehículo hoy en día son los incentivos para la compra de un coche híbrido y medidas gubernamentales, como el libre acceso a las zonas de tráfico restringido y las vías especiales de acceso a las ciudades, dependiendo del lugar donde se viva.
Estas bonificaciones existen para fomentar el uso de los híbridos, ya que al combinar sus motores permite un importante ahorro de combustible. Además, el mantenimiento de un coche híbrido suele ser un 30% más económico, por lo que se acaba compensando el coste superior que puede tener una versión híbrida en comparación a sus competidores.
