La Comisión Europea ve necesario que los operadores compartan sus redes para impulsar los servicios de banda ancha móvil y hacer frento al reto que les supone el fuerte crecimiento en los niveles de tráfico de las conexiones inalámbricas.
Bruselas quiere que los operadores de telecomunicaciones hagan uso más eficaz del espacio radioeléctrico destinado a la banda ancha móvil. Así lo ha confirmado la vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes, quien ha animado a las compañías a que compartan sus infraestructuras para garantizar una mayor capacidad en la red móvil así como para abaratarla de cara a los usuarios.
«Necesitamos un mercado único de espectro para recuperar el liderazgo industrial en telefonía y datos móviles y además atraer más inversiones en I+D», señaló Kroes. La intención del Ejecutivo comunitario es que se los operadores históricos que cuenten con licencias exclusivas puedan facilitar el acceso a otros operadores alquilando sus redes con la vigilancia de los reguladores nacionales, que definirían los derechos de acceso a este espectro compartido.
Con el objetivo de «aprovechar al máximo» el espectro, la CE ha pedido a los reguladores nacionales que realicen un seguimiento de cara a una posible ampliación de las bandas armonizadas que no están sujetas a licencia y con el fin de «fomentar la innovación inalámbrica». «Si nos quedamos sin espectro, no funcionarán ni las redes móviles ni la banda ancha. Se trata de una situación inaceptable, por lo que debemos aprovechar al máximo este recurso escaso mediante su reutilización y la creación del correspondiente mercado único«, declaró Kroes en su comunicado.
No en vano, el crecimiento exponencial del tráfico móvil preocupa mucho en Bruselas, ya que calcula que se multiplicará un 26% de media anual hasta 2015. Uno de los riesgos si no se fomenta esta compartición de redes y si se ignoran las «nuevas posibilidades técnicas» será que los usuarios de telefonía y banda ancha móvil acaben recibiendo un mal servicio.»Lo que vemos con el espectro ahora es que está roto en partes muy pequeñas distribuidas en los 27 países miembros y obviamente ésa no es la mejor manera de explotar el recurso», explicó Ryan Heath, portavoz de la CE.
Habrá que ver ahora cuál es la postura de los operadores, que podrían ser reticentes a esta idea si Bruselas no les convence de que acabarán sacando un provecho económico por compartir sus redes, dado que la inversión para adquirir espectro ha sido muy elevada.