El temido para los operadores aumento en la demanda de tráfico de datos parece que será una realidad en un plazo de tiempo de apenas unos años. Las últimas previsiones señalan que en el periodo de 2010 a 2014 el tráfico crecerá nada menos que un 700%, motivado por el incipiente número de terminales de última generación preparados para conectarse a Internet.
Los teléfonos inteligentes o smartphones provocarán un impresionante aumento en el tráfico de datos en conexiones de banda ancha móvil. Así lo ha confirmado un informe Wireless Intelligence que apoyan las previsiones de las principales compañías de telefonía. Desde el pasado 2010 hasta el próximo 2014 el crecimiento será tal que el tráfico en un solo mes de 2014 será el equivalente al registrado en todo el año 2008.
La cifra de nuevos suscriptores a conexiones de banda ancha móvil 3G crece a un ritmo vertiginoso. En concreto se apunta a que en todo el mundo se producen 10 nuevos usuarios de estas conexiones por cada segundo que pasa, lo que aumentará de manera considerable la cifra de 1.150 millones de suscriptores de estas conexiones que se registró en septiembre de 2010.
Más de 2.500 millones de teléfonos inteligentes en 2014
En cuanto a las previsiones de ventas de los smartphones son igualmente optimistas para las compañías. Desde la analista Gartner se apunta que entre el presente 2011 y 2014 serán vendidos más de 2.500 millones de teléfonos inteligentes en todo el mundo. Qualcomm ha corroborado estas predicciones con la cifra de móviles vendidos sólo en los tres primeros meses de este año: 118 millones de unidades. En los últimos días también hemos conocido el auge de los terminales con sistema operativo Android, que ya llegan a los 100 millones y sus previsiones de crecimiento son muy altas.
Si bien este aumento en las ventas de móviles beneficia directamente a los fabricantes, los operadores temen no dar abasto con las conexiones móviles. Aunque comercializar más tarifas de datos debería reportarles suficientes beneficios que podrían emplear en la inversión de infraestructuras, los operadores reclaman que sean los proveedores de contenidos en la Red los que colaboren económicamente para financiar las redes, reclamando la que se ha venido a llamar la «tasa Google».