Llevar el teléfono fijo y ADSL a zonas rurales o con poca población, o colocar cabinas en la calle no es rentable. Pero Telefónica está obligada por ley a hacerlo para garantizar que todos los ciudadanos tienen acceso a las comunicaciones. Desde ahora esta responsabilidad no será sólo de Telefónica y es que La Comisión de Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) considera que el mercado de las telecomunicaciones ya está lo suficientemente maduro como para que un conjunto de operadores compartan la financiación del Servicio Universal.
La Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) anun- ció ayer que abrirá el Fondo Nacional del Servicio Universal para que el coste de la prestación de este servicio sea compartido entre todos los operadores. Según señala El País, el servicio universal, que debe asumir Telefónica hasta el 31 de diciembre de este año, exige la presencia de la operadora en zonas no rentables, la obligación de prestar servicio de telefonía fija a usuarios discapacitados o con necesidades sociales especiales, la instalación de cabinas de teléfono públicas, la elaboración de guías telefónicas y la prestación del servicio de información 11811.
El fondo ya se contemplaba en la Ley General de Telecomunicaciones de 1998, aunque aún no se había puesto en marcha, porque la CMT consideraba que no suponía una merma competitiva para Telefónica.
Ahora, la CMT estima que «la creciente interdependencia entre los servicios de telecomunicaciones fijos y móviles y el menor grado de separación entre empresas prestadoras de servicios, ha facilitado que el conjunto de operadores se beneficien de que Telefónica sea la que presta y financia el servicio universal. […] La CMT considera que el mercado de las telecomunicaciones ya está lo suficientemente maduro como para que un conjunto de operadores compartan la financiación del servicio universal».
La decisión les va a costar por lo pronto a los operadores unos cuantos millones. La CMT ha reconocido que el coste neto de este servicio entre los años 2003, 2004 y 2005 fue de 284,3 millones de euros, costeados íntegramente por Telefónica.
Ahora, la CMT abrirá un procedimiento para determinar qué operadoras deberán contribuir al fondo y en qué medida. No se descarta que el fondo sea costeado no sólo por los operadores de telefonía fija sino también por las compañías de móvil.
Telefónica está satisfecha pero a medias. Estima que desde el inicio de la liberalización en 1998 la obligación de costear el servicio universal le ha supuesto más de 1.500 millones de euros, y en los años 2003, 2004 y 2005 -únicos reconocidos por la CMT- cerca de 500 millones de euros.
Ha sido un largo camino. A finales de 2005, la CMT encargó a la consultora Arthur D»Little la realización de un estudio para revisar la metodología para la estimación del coste neto del servicio universal. El Ministerio de Industria convocó también a finales de 2005 una consulta pública para conocer si había empresas interesadas en ofrecer el servicio, pero sólo se presentó Telefónica.