El Ayuntamiento de Madrid pide al Gobierno que reconsidere el traslado de la CMT
Hace unos días salió publicado en Bandaancha.st que el Gobierno estaba estudando destituir al presidente de la CMT, ahora el Pleno del Ayuntamiento de Madrid acordó hoy, con los votos en contra del PSOE, instar al Gobierno central para que reconsidere el traslado a Barcelona de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) y que en caso de no prosperar esta solicitud se adopten medidas en favor de los trabajadores que ya se han pronunciado en contra del cambio de residencia. El Gobierno no ve con buenos ojos la gestión de la CMT al frente de las telecomunicaciones por lo que parece difícil que no se produzca el traslado.
El grupo municipal de IU defendió una proposición en ese sentido que contó con el respaldo del grupo popular, después de que el consejero delegado de Economía y Participación Ciudadana, Miguel Angel Villanueva, le añadiera una enmienda adicional relativa a que el Ministerio de Industria tenga en cuenta a los trabajadores que no quieren trasladarse a la Ciudad Condal.
Julio Misiego, de IU, explicó que el traslado puede afectar directamente a 150 empleados de la CNMT y que el 80% de éstos no quiere cambiar de residencia. También recordó que cuando era diputado regional criticó al PP por privatizar Retevisión y trasladar la empresa a la capital catalana, y comentó que el Gobierno quiere aplicar esa medida precisamente cuando el sector de las telecomunicaciones empieza a recuperarse de los cierres y despidos de los últimos años.
Además, comentó que esa medida puede tener un efecto de arrastre y dejar secuelas negativas en Madrid, por ejemplo en otros sectores de I+D, y elogió el trabajo del alcalde de Getafe, el socialista Pedro Castro, en defensa de los intereses de los trabajadores de su municipio, recordando la apuesta de éste por conseguir una fábrica de helicópteros a la que también aspiran Castilla-La Mancha y Andalucía, comunidades gobernadas igualmente por el PSOE.
CUESTION RESUELTA, SEGUN EL PSOE
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Area de Economía, Pedro Sánchez, comentó que hoy se estaban tratando en el Pleno cuestiones que ya han sido explicadas por el Gobierno central, indicando acto seguido que los trabajadores que no quieran ir a Barcelona serán destinados a otras dependencias del Ministerio de Industria; que esa medida no supone una pérdida de competencias de la CMT, porque ésta seguirá dependiendo de Industria; y que el Estado no es sólo Madrid y que el traslado no significa una pérdida de eficacia del sector, como expuso anteriormente Miguel Angel Villanueva.
Sánchez agregó que el traslado no será un «desastre» para Madrid, abogó por evitar la confrontación política en torno a esta cuestión, sobre todo cuando la capital de España utiliza a Barcelona como principal referente a la hora de promocionar la candidatura olímpica de Madrid 2012. Asimismo, destacó que ese cambio de ciudad fue proyectado en tiempos del Gobierno popular, por lo que el PP no puede criticar ahora esa medida, y recordó que el Ejecutivo popular actuó en las telecomunicaciones nombrando presidente de una empresa a un hombre que había sido compañero de pupitre de José María Aznar.
RESPUESTA DE VILLANUEVA
A continuación, Villanueva le contestó que, en su primera intervención, no había hecho un discurso de confrontación con Barcelona y que él había expuesto su opinión en función de que es representante político de los ciudadanos de Madrid, y agregó que el traslado se debía a cuestiones políticas, porque en caso contrario el Gobierno central podría haber estudiado el cambio de sede desde Madrid hasta Extremadura o Andalucía.
También indicó que en Noruega y en Italia se adoptaron medidas similares y finalmente ambos gobiernos tuvieron que rectificar, y dijo, asimismo, que en el caso de España no tiene ningún sentido el traslado a Barcelona porque el 80% de las empresas del sector de las telecomunicaciones tiene fijada su residencia social en la capital del Estado. Por ello, concluyó que el PP teme que el Gobierno central apueste por una deslocalización, lo que será negativo para la economía madrileña, y no por una descentralización.