El navegador web Firefox acaba de recibir una actualización, la versión 66.0.4. Una actualización relativamente urgente, porque llega para resolver un problema que impedía utilizar algunas extensiones, temas, paquetes de idiomas e incluso motores de búsqueda. Los usuarios se encontraron, dado este problema del navegador web, con que las extensiones se habían deshabilitado de una forma extraña. Evidentemente, esto benefició a sus competidores.
Desde Mozilla han anunciado la llegada de una nueva actualización, la versión 66.0.4 de Firefox, tanto para ordenadores como para dispositivos móviles Android. Y en los detalles de la actualización explican que, con ella, se han resuelto los problemas que llevaron a deshabilitar las extensiones del navegador web, los temas, los motores de búsqueda y los paquetes de idiomas. Añaden además que, aunque se está trabajando en resolver rápidamente algunos otros problemas, querían centrarse en esto y tenerlo disponible a comienzos de esta semana para reducir el impacto negativo que el contratiempo estaba causando a sus usuarios.
Ya se ha resuelto, pero ¿por qué se deshabilitaron las extensiones de Firefox, los idiomas, y otros?
Los problemas arrancaron para los usuarios el día 4 de mayo, cuando el certificado digital que Mozilla utiliza para firmar complementos y extensiones expiró. Al ocurrir esto, el navegador web no tiene posibilidad de verificar la autenticidad de las extensiones y de los complementos que ya están instalados y, como resultado, se deshabilitaron de forma automática. Además de deshabilitarse de forma inmediata, nada más llegar su fecha de ‘caducidad’, los usuarios no tenían opción alguna de volver a habilitarlos de forma manual. Más de 100 millones de usuarios, que es la cantidad con que cuenta este software, se quedaron ‘bloqueados’.
Y aunque por cantidad de usuarios el mayor efecto negativo ha recaído sobre Firefox, los problemas fueron más graves aún para Tor. El popular navegador web usado para acceder a la deep web está basado en Mozilla, así que le afectó lo mismo. Y una de las extensiones clave, que vienen preinstalada, dejó la seguridad de los usuarios y su privacidad completamente al descubierto. Ahora, afortunadamente, los usuarios ya pueden instalar en su ordenador la última versión disponible del navegador web que, como comentábamos anteriormente, resuelve el problema y por tanto permite que las extensiones y los complementos vuelvan a funcionar con total normalidad.
No obstante, el problema ha puesto de manifiesto lo fundamental que es el hecho de que el equipo de desarrollo detrás de un navegador web –y otras formas de software- estén pendientes de cuestiones tan básicas. Y probablemente le haya afectado a Mozilla con la migración de usuarios afectados a otros programas alternativos.
