Sin duda, una de las tecnologías que ha transformado la forma de comunicación entre los seres humanos es el SMS. Desde 1992, fecha en que se envió el primer mensaje de texto, hasta 2017, momento en que su uso ha caído en picado, pero han sido la base para los servicios que usamos actualmente, han pasado muchas cosas. Por esos 25 años del SMS, vamos a repasar algunos aspectos curiosos de sus primeros años.
Los SMS, siglas de Short Messaging Service, cumplen 25 años y mucho ha cambiado desde aquel 3 de diciembre de 1992, cuando Neil Papworth, un programador de software de 22 años envió el primer mensaje de texto desde un ordenador a Richard Jarvis. Papworth trabajaba para Vodafone en la creación de un servicio de mensajes cortos y su primer mensaje fue utilizado para enviar el texto “Feliz Navidad” a través de la red de Vodafone en Estados Unidos.
25 años de los SMS, un viaje del todo a la nada
Sin embargo, todavía quedaba mucho camino para llevar esta nueva tecnología a todos los usuarios. Nokia introdujo en 1993 la función de SMS en sus terminales, asignándole un sonido diferente para señalar los mensajes entrantes. Pero sin duda, todo cambió en 1999, siete años después del primer SMS, cuando los mensajes cortos podían intercambiarse en múltiples redes. Esto disparó su adopción.
Para hacernos una idea de su evolución, en el año 2010 se enviaban casi 200.000 SMS o mensajes de texto por segundo en todo el mundo. Sin embargo, a partir de ahí empezó a cambiar todo con la irrupción de los smartphones, que se fue acrecentando en los años posteriores. Aplicaciones como WhatsApp, principalmente, y las redes sociales, cambiaron de nuevo la forma de comunicación relegando al SMS a un segundo plano.
No obstante, los SMS son los “padres” de todas estas aplicaciones de mensajería y servicios de comunicación basados en texto. Hasta su irrupción masiva en el mercado, las llamadas representaban la práctica totalidad de los ingresos de las operadoras. Los SMS empezaron a cambiar la tendencia y ahora la voz es práctica residual para los operadores.
Para terminar, no podemos pasar por alto que también son los responsables de una forma de hablar (o de escribir) que ha perdurado durante muchos años. Su limitación a 160 caracteres, casi como Twitter hasta el aumento de hace unas semanas, popularizó expresiones y palabras contraídas dónde las vocales se iban quedando por el camino.
Actualmente, los SMS se incluyen de forma gratuita en muchas tarifas y ya se piensa en popularizar un nuevo sistema bautizado como RCS con mensajes de textos, imágenes o vídeos. Sin embargo, parece poco probable que volvamos a ver algo como lo que sucedió con los SMS en forma de tecnología nativa ya que todo está en manos de las aplicaciones y las OTT.