El congreso de los Estados Unidos ha votado una nueva ley que permitirá a los proveedores de Internet –ISPs- vender el historial de navegación sin el consentimiento del afectado, que es el propio usuario y cliente del mismo. Pero estos mismos usuarios –algunos, claro- han dado una respuesta inmediata en contra del cambio legislativo en los Estados Unidos. Por un lado, han lanzado una recolecta de fondos con la intención de comprar el historial de los políticos y funcionarios que han participado de forma positiva en la votación. Y hay medidas para entorpecer esta ‘violación’ de la intimidad.
No se puede tachar como violación de la intimidad o privacidad como tal, en tanto que la votación ha hecho que sea legal tomar el historial de navegación de los usuarios de Internet. Pero así es como lo consideran los afectados, como una ‘violación de sus derechos. Y en contra de esto, la iniciativa Search Internet History está recogiendo fondos para comprar a los ISP el historial de navegación de políticos y funcionarios. De esta forma, sencillamente se comprará esta información y se expondrá de forma pública para hacer ver a quienes votaron de forma positiva el cambio de normativa que es una mala idea.
La vida en Internet de los políticos al alcance de todos
Esta primera medida por parte de los usuarios de Internet, promovida por el activista Adam McElhaney, pretende conseguir el historial de búsqueda de todos los participantes –de forma positiva- en la votación de esta nueva legislación, así como de sus familiares, y exponerlo en Internet para ‘dar una lección sobre cómo funciona una democracia’, en tanto que según explica en el portal web ‘no se ha dejado decidir a los ciudadanos’. Y no es la única medida que se ha tomado en contra de la nueva ley y por parte de los usuarios en Internet.
De forma paralela se ha dado a conocer también el portal web Internet Noise. Que no impide que el historial de navegación por Internet sea comprado igualmente, y revisado por cualquiera que lo pague. Sin embargo, lo que sí permite es generar ruido para que sea más complicado examinar qué ha buscado un usuario en Internet. Es decir, es concretamente una página web que genera tráfico aleatorio de forma automática para añadir entradas en el historial. Entradas que, evidentemente, no tienen nada que ver con el comportamiento real de un usuario en Internet.