La reducción en los procesos de fabricación de los transistores nos ha permitido disfrutar ya hoy en día de procesadores de 14 nanómetros, y los procesadores de 10 nanómetros llegará el año que viene, primero a los teléfonos móviles, y posteriormente a los ordenadores de sobremesa con sus procesadores Cannonlake. Esta reducción permite crear cosas alucinantes, como ordenadores completos de tamaño nanométrico.
Ordenadores nanométricos
En 50 años hemos pasado de ordenadores que ocupaban habitaciones enteras a ordenadores que caben en la palma de nuestra mano, como los smartphone (al fin y al cabo, un smartphone es un ordenador), o la Raspberry Pi 3. Ahora, unos científicos aseguran que es posible crear un ordenador de tan sólo 50 nanómetros cúbicos.
Ingenieros de la Universidad de California han diseñado el que es el ordenador más pequeño del mundo. Este ordenador tiene un tamaño de 50 nanómetros en cada lado, lo cual hace que su tamaño sea similar al que tienen algunos virus biológicos.
Para conseguir este reducido tamaño, los ingenieros evitaron hacer lo que se hace actualmente en los ordenadores, en los que se separa el almacenamiento de información y el procesamiento de los datos, reduciendo la velocidad de la computación. En el ordenador de 50 nanómetros el diseño se basa en procesar los datos directamente dentro de una memoria con estructura tridimensional.
Chips tridimensionales para los ordenadores actuales
Este sistema fue bautizado como material implication logic (implicación material), y permite almacenar y procesar los datos de manera mucho más rápida que si se utilizara el sistema tradicional, ya que el procesamiento y almacenamiento ocurren en el mismo lugar a la vez, permitiendo ahorrarse el espacio necesario para enviar y recibir constantemente la información de la memoria.
A pesar de lo innovador del diseño, todavía no tenemos la tecnología suficiente para construir un ordenador de este tamaño. El diseño es totalmente realizable, pero se necesita avanzar tecnológicamente para lograrlo. Los ingenieros aseguran que seguirán investigando para mejorar la fiabilidad y calidad del diseño.
Además, aseguran que esta innovación permitirá crear circuitos tridimensionales a gran escala en un tamaño reducido, lo cual podría ayudar a alargar el fin de la temida Ley de Moore, ya que se está llegando a los límites físicos del silicio. Con estos circuitos tridimensionales se podría mejorar el rendimiento y la eficiencia de los ordenadores que utilizamos a diario. Os dejamos el enlace al estudio por si queréis echarle un vistazo.