El sistema operativo Windows, en sus diferentes versiones, puede aprovechar el disco duro para optimizar el rendimiento del sistema cuando la memoria RAM escasea. Es decir, si la memoria RAM queda «saturada», Windows utiliza la memoria virtual para acelerar la carga de procesos. Así puedes acelerar tu PC si tiene poca memoria RAM, gracias a la memoria virtual de Windows.
Evidentemente, el funcionamiento de la memoria virtual no puede suplir al cien por cien la memoria RAM, y sólo nos sirve como ligero alivio cuando este recurso escasea. Podemos optimizar su configuración accediendo a Inicio > Configuración > Panel de Control > Sistema y, dentro de la nueva ventana que aparece, en Opciones avanzadas, pulsamos sobre Configuración, en Rendimiento. Aquí podremos seleccionar el tamaño, en MB, de la memoria virtual.
En primer lugar seleccionaremos la unidad o partición para nuestro archivo de paginación, y se recomienda que no coincida con la instalación del sistema operativo, una vez escogido es recomendable configurar la memoria virtual con un valor dos veces superior a la memoria RAM (2 GB, aproximadamente 4000 MB). En cualquier caso, este es el valor máximo recomendado para la memoria virtual, aunque podemos optar por un valor mayor si queremos obtener mejores resultados en ordenadores con recursos más limitados.
Una vez hayamos hecho el cambio será tan fácil como reiniciar el PC para que se apliquen los cambios, aunque se recomienda ejecutar la herramienta scandisk de Windows para que el nuevo archivo que hemos creado sea colocado correctamente entre los ficheros del sistema. Por otra parte, también es importante que eliminemos el archivo original, nuestro archivo de paginación para la configuración de la memoria virtual que estábamos utilizando anteriormente.
Como es evidente, modificar la configuración de la memoria virtual puede aliviar la carga del sistema, pero en ningún caso deberíamos plantear estas modificaciones como una alternativa a ampliar la memoria RAM en todos los casos. Si a pesar de esta solución sigues experimentando problemas de rendimiento, entonces te recomendamos que amplíes el hardware de tu ordenador conforme a las necesidades que tengas. Y, cómo no, también hay otras formas de reducir la carga del sistema, como eliminar los efectos gráficos y animaciones del sistema operativo Windows.