Si todavía no has saltado del barco de Windows 10 y estás pensando en qué podrías hacer ante el final de soporte, hay una opción que quizá te interese conocer. Con ella tendrás una posibilidad muy satisfactoria: dejar Windows 10 pero sentirte muy cómodo en un entorno que parecerá Windows.
Como te dijimos ayer, por mucho que las estadísticas apunten a que incluso está creciendo la cantidad de personas con Windows 10, la realidad es que el sistema operativo se acerca a su final. Por ello, los equipos responsables de alternativas a Windows están aprovechando para hacer campaña. Y una de las opciones alternativas nos ha llamado mucho la atención.
Así es Plasma para Linux
Desde siempre, Linux ha sido una de las opciones más viables ante el abandono de Windows. Cada vez hay más usuarios que saltan a este sistema operativo, aunque hay quienes lo evitan porque creen que no terminarán de acostumbrarse. Debido a ello, hay propuestas como Plasma, que se trata de un entorno de Linux creado por el equipo de KDE y que tiene la intención de cautivar a aquellos usuarios entusiastas de la plataforma de Microsoft que ya no puedan seguir utilizándola. En poco tiempo, se ha convertido en uno de los sistemas más populares con el que funcionan algunas de las mejores distribuciones de Linux.

Como sabemos, hay muchas personas con Windows 10 que no pueden actualizar, aunque quieran, a Windows 11, así que los responsables de Plasma están invitándoles a que cambien de sistema. Y lo hacen específicamente recomendando su distribución, la cual es una de las distintas opciones disponibles que forman parte del proyecto End of 10. Este, liderado por importantes miembros de la comunidad de Linux, tiene como objetivo ayudar a todas las personas posibles para que se pasen a Linux y abandonen Windows 10. Desde dentro de End of 10 se trata de no recomendar una distribución concreta, así que KDE lo que ha hecho ha sido lanzar un nuevo portal independiente conocido como KDE for Windows 10 Exiles o, lo que es lo mismo, KDE para los exiliados de Windows 10. Es ahí donde están explicando todos los argumentos que hay para comenzar a usar su sistema y que dejemos de lado Windows 10 de una vez por todas.
Se siente uno como en casa
Una de las frases que utilizan en KDE para hacer ver a los usuarios de Windows 10 que son la mejor opción es que “inmediatamente, se siente uno como en casa”. Lo que quieren que vean es que el uso de Plasma garantiza una interfaz que se encuentra altamente inspirada en Windows y que incorpora algunos de sus elementos más fundamentales, como la barra de tareas o el menú principal del sistema.
Pero, además de resaltar lo positivo, lo que también están aprovechando para hacer es intentar abrir los ojos a los usuarios respecto a Windows. Dicen, por ejemplo, que con Plasma no habrá ningún tipo de spyware en tu sistema que esté filtrando tu actividad o espiándote, enviando una pequeña puyita a Microsoft. También mencionan que esto evitará que, simplemente, tengas que comprarte un nuevo ordenador solo para poder continuar usando Windows, lo que no parece, sobre el papel, un buen motivo de cambio. Además, nos ponen en aviso sobre cómo, en unos años, incluso si ahora pasamos a Windows 11, podríamos encontrarnos ante la misma situación. Así, mencionan “incluso si aceptas esta extorsión tecnológica, en unos pocos años lo volverán a hacer como tantas veces antes lo han hecho en el pasado”. Y afirman “Pero las cosas no tienen que ser así”.

Por otra parte, insisten en algo importante que muchos usuarios de Linux reconocen: que tu ordenador que funciona perfectamente ahora, seguirá rindiendo sin problemas en el futuro. Avisan sobre cómo, en unos pocos meses, “tu ordenador que está perfectamente bien pasará a estar oficialmente obsoleto”. Y también informan de cómo, incluso si decidimos usar Windows 10 sin soporte, tendremos que ir sufriendo que cada vez aparezcan más errores y problemas.
Hay que añadir que Plasma no está disponible únicamente en una sola versión, sino que hay varias distribuciones que utilizan el mismo entorno de Windows. La propuesta de KDE recibe el nombre de KDE Neon, pero hay otras distribuciones que ofrecen las mismas características, como Fedora KDE o Tumbleweed. La cuestión es probar una de ellas y ver si realmente nos convence el paso de Windows a Linux. Aunque puede ser un poco complejo al principio, está claro que se nos acaban las opciones.
Si te ha despertado la curiosidad la idea de probar una de estas distribuciones de Linux, te recomendamos que, antes de proceder al salto de sistema operativo, leas bien todos los manuales e instrucciones. Eso te ayudará a romper el hielo con Linux y a tener el conocimiento necesario a la hora de dejar atrás el sistema de Microsoft que hemos usado durante tantos años.