Varios motivos por los que la UE debería tener su propio centro de tecnología defensiva a la americana
La necesidad de independencia de la UE en materia de defensa, reforzada por el mandato republicano de cuatro años que se aproxima, resucitará ideas que puedan reforzar no solo la seguridad de Europa, sino también su estatus como potencia en innovación tecnológica.
La victoria de Donald Trump en Estados Unidos ha recordado a la Unión Europea la importancia de no dejar de trabajar en la independencia geoestratégica, frente a un aliado histórico que, bajo el mandato de Trump, se vuelve más reacio a la colaboración con organismos internacionales que normalmente salvaguardan a Europa.
De hecho, los primeros llamamientos en este sentido no se han hecho esperar y ya el pasado 7 de noviembre el presidente francés, Emanuel Macron, compartió unas declaraciones en las que pregunta si los Estados europeos están «preparados para defender los intereses de los europeos».
Además, sabemos que una mayor industria armamentística y defensiva en Europa no solo redundaría en una mayor seguridad, sino en posibles avances tecnológicos. Tal y como demuestra la historia, a menudo los Estados que más han invertido en defensa son también los que han conseguido dar con importantes innovaciones tecnológicas que, finalmente, repercuten positivamente en la economía. Estados Unidos es posiblemente el mayor referente sobre esto.
Es en este sentido que algunos expertos han comentado cuáles serían los beneficios de que la UE contase con algún programa similar al DARPA estadounidense. DARPA, siglas de Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, es un organismo del Departamento de Defensa estadounidense, fundado en 1958, y enfocado en inversiones de alto riesgo en tecnología que puedan ser útiles para el ejército. No obstante, algunas de estas tecnologías también tienen aplicaciones para la vida civil que las convierten en lucrativas fuentes de negocio. En el caso de DARPA, esta agencia está detrás de ARPANET (precursor de Internet) y del sistema GPS.
Por qué le vendría bien a la Unión Europea
Tal y como explican en un artículo los expertos europeos en empresa e innovación David W. Versailler y Valérie Mérindol, guiándose también por el informe de competitividad europea de 2024 de Mario Draghi, la Unión Europea podría beneficiarse mucho de crear una agencia similar a la estadounidense.
Una DARPA europea ayudaría a la UE a saldar diferencias en competitividad tecnológica con Estados Unidos, China y otras potencias, reduciría la dependencia de las fuerzas armadas norteamericanas al capacitar mejor a los militares de países europeos, y podría acelerar también la transición ecológica, una de las principales preocupaciones de la UE en este momento que también redunda en una mayor dependencia energética.
Además, una DARPA europea podría ayudar a la UE a encontrar un modelo que supere las barreras burocráticas que frenan muchas iniciativas europeas. Ayudaría a la UE a unirse por una misma causa de manera más unánime y decidida, y haría aprender a los líderes europeos cómo ser más ágiles y rápidos a la hora de trabajar con otros Estados de forma colaborativa.
Muchas dificultades
Pero para lograr todo esto, la UE tendría que superar esos problemas que no han logrado solucionar otros proyectos colaborativos. Al igual que la DARPA estadounidense, esta tendría que ser verdaderamente independiente de otros organismos, para que puedan trabajar con libertad, compromiso y seguridad a largo plazo, sin verse influenciados o coartados por otras partes de la administración. Asimismo, es indispensable la tolerancia al fallo, ya que hay que entender que la mayoría de estas inversiones tecnológicas no llegan a buen puerto.
Y es que, aunque la UE se cimiente sobre principios de cooperación, cada Estado miembro tiene perspectivas distintas sobre lo que hacer, y tampoco se logran consensos fuertes sobre política defensiva.
Los próximos meses pueden ser decisivos entre los líderes europeos para recuperar y consensuar ideas como esta.