Tu smart home podría volverse contra ti este verano: el calor activa sus mayores riesgos

Prosegur, empresa multinacional española de seguridad privada, asegura en una publicación de su página web que las viviendas con sistemas de vigilancia inteligentes está aumentando. Alarmas, cámaras, timbres, cerrojos conectados… La demanda de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT), con tecnología cloud o con inteligencia artificial (IA), usados para la protección de las casas, se ha disparado. Aunque estos aparatos mejoren la seguridad en los domicilios, hay que extremar precauciones en verano.
El mercado de sistemas de seguridad para el hogar está en constante crecimiento a nivel mundial. Según un informe de 2025 de la consultora The Business Research Company, el sector ha incrementado de 61.340 millones de dólares en 2024 a 66.070 millones de dólares en lo que llevamos de año. Además, los expertos prevén una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,57%, lo que supondría alcanzar los 95.060 millones de dólares en 2030. La mayoría de los dispositivos actuales son IoT y las altas temperaturas puede provocar fallos de hardware que interrumpan temporalmente la vigilancia. Esto genera brechas de seguridad y aumenta la exposición: los ladrones podrían aprovechar para acceder a las casas sin ser vistos a intrusiones no detectadas.
La empresa estadounidense Sure Lock & Key, especializada en cerrajería y seguridad, ha publicado un artículo en su blog avisando de que las temperaturas extremas pueden afectar a la infraestructura de seguridad. «Cuando azotan las olas de calor, su sistema de seguridad doméstico se pone a prueba -avisan en la publicación-. Los componentes electrónicos y sensores, la columna vertebral de los sistemas de seguridad modernos, son especialmente sensibles al calor«.
Esta vulnerabilidad al calor es algo de lo que avisan algunos fabricantes en las especificaciones técnicas del producto. Por ejemplo, en la documentación oficial de Google, señalan que las cámaras Nest aguantan hasta los 40-45 °C. Estos dispositivos tienen herramientas para disipar el calor, pero, si sus sistemas detectan una temperatura superior, los mecanismos de apagado térmico podrían activarse, para proteger el hardware.
Dispositivos | Temperatura de Operación |
---|---|
Nest Cam (con cable), Nest Cam IQ para interiores y Nest Cam Indoor | 0 a 40 °C |
Nest Cam Outdoor y Nest Cam (con batería) | -20 a 40 °C |
Nest Cam IQ para exteriores | -40 a 45 °C |
Nest Doorbell (con batería), Nest Doorbell (con cable) y Nest Doorbell de 2.ª gen. (con cable) | -20 a 40 °C |
En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya ha anunciado olas de calor en varios territorios del país. En el boletín de la AEMET, publicado el 3 de julio de 2025 y revisado a las 14:35 horas por ADSLZone, esta semana se esperan temperaturas que superan los 40 °C en algunos municipios españoles. La información dada por los expertos indica que debemos tomar medidas para protegernos ante posibles hackeos para evitar robos.

¿Por qué los dispositivos de protección del hogar podrían fallar?
Según especifican los expertos de Sure Lock & Key, cuando las temperaturas suben, el calor puede provocar la expansión de los componentes electrónicos. Eso deriva en cortocircuitos o fallos que afecten a «la calibración de los sensores, haciéndolos menos precisos y fiables». La marca lo ejemplifica con los sensores de movimiento que suelen llevar las cámaras de vigilancia: «Pueden perder sensibilidad o generar falsas alarmas debido a cambios en sus sensores infrarrojos inducidos por el calor».
Además, un sobrecalentamiento aceleraría la descomposición del hardware de los dispositivos y reducir su vida útil. Uno de los componentes electrónicos más críticos son los condensadores, que son muy sensibles al calor, y podrían «hincharse o presentar fugas» si se exponen a temperaturas extremas durante mucho tiempo.
Si a una cámara de seguridad le da la luz directa del sol o se expone a altas temperaturas constantemente, un sobrecalentamiento puede generar «distorsión, mala calidad de vídeo o incluso el apagado» repentino del aparato. Si eso ocurre, los expertos de Sure Lock & Key comentan que los usuarios experimentarían brechas en la cobertura de vigilancia. Un ladrón podría aprovecharlas para acceder al domicilio sin que la cámara lo capturase y robar.
También puede haber problemas con los paneles de control. Muchos sistemas de seguridad lo necesitan para gestionarlos y, si están en una habitación que se calienta con facilidad en verano y sin aire acondicionado, los expertos detallan que generarían «fallos en el sistema o un comportamiento errático».
¿Cómo evitar sobrecalentamientos?
Un estudio de AsiturFocus, referente en asistencia al hogar, señala que los siniestros por robos incrementan un 4,5% respecto a la media mensual del año en los meses de julio y agosto. Los profesionales asocian este aumento con «la mayor desocupación de las viviendas debido al periodo vacacional». Si los aparatos de protección están dañados por el calor, la red de dispositivos inteligentes pierde fiabilidad y pueden dejar desprotegidos puntos de acceso críticos de las Smart Home.

En Sure Lock & Key, recomiendan «colocar los componentes de seguridad en áreas bien ventiladas y sombreadas». Por ejemplo, una cámara de vigilancia de exterior debería ir bajo un toldo, para evitar la luz directa del sol.
Además, es importante realizar revisiones periódicas de mantenimiento, antes y durante las temporadas de calor. De este modo, los expertos explican que los usuarios podrían detectar problemas relacionados con las altas temperaturas a tiempo. Hay sistemas modernos que disponen de funciones de monitoreo de temperatura y autoajuste para ofrecer un rendimiento óptimo incluso en situaciones de mucho calor.
Señales de alerta de un dispositivo sobrecalentado
Hay varias pistas que pueden determinar si un dispositivo de seguridad se sobrecalienta o tiene fallos provocados por las altas temperaturas:
- Calidad de vídeo degradada. En las imágenes captadas por la cámara se ven colores distorsionados o partes borrosas en la transmisión de las cámaras.
- Apagados intermitentes. El dispositivo se desconecta automáticamente y reinicia sin motivo aparente.
- Carcasa caliente al tacto. Toca el dispositivo, si notas que tiene una temperatura muy alta en la superficie puede ser un indicador.
- Falsas alarmas recurrentes. Los sensores de movimiento se activan sin causa justificada.
- Alertas en la app. Algunos aparatos detectan cuando se sobrecalientan y envían una notificación a la aplicación, adviertiendo de un posible fallo de hardware o temperatura excesiva.