Spotify es la plataforma de música en streaming líder del mercado. Cuenta con 155 millones de suscriptores de pago en 93 mercados, con 345 millones de usuarios en total (incluyendo Premium y gratis). La plataforma lleva una década sin subir precios, y ha hablado sobre los efectos que tendría una subida en el precio.
Spotify cuenta en la actualidad con cuatro modalidades. La más barata, para estudiantes, cuesta 4,99 euros. La Premium básica, para una persona, cuesta 9,99 euros, como lleva ocurriendo desde hace diez años. En las más caras sí hemos visto cambios de precio y nuevas modalidades, como Duo, que cuesta 12,99 euros al mes, o Premium Familiar, que ha subido un euro hasta los 15,99 euros y que permite compartir cuenta de Spotify con hasta seis personas, por lo que el aumento de coste tampoco es muy grande.
La industria pide a Spotify aumentos de precio
La industria musical lleva años pidiendo que se aumente el precio de estas suscripciones, ya que Spotify paga cantidades irrisorias por reproducción a los artistas. Sin embargo, desde Spotify alertan de los efectos negativos que podría tener una subida de precio en los usuarios, ya que, si el servicio se vuelve demasiado caro, podría devolverlos a la piratería.
Mientras que en películas y series la piratería sigue estando presente, en la música la piratería se ha reducido a una velocidad espectacular gracias a plataformas como Spotify o Apple Music, así como el hecho de que YouTube permita, aunque a baja calidad, escuchar prácticamente cualquier canción gratis. Donde antes todo eran descargas pirata, ahora hay opciones digitales que, a precios asequibles, mejoran al contenido pirata.
Spotify parte también con la ventaja de que en ella está disponible toda la música del mercado, a diferencia de lo que ocurre cuando pagas una plataforma de streaming de películas y series, donde hay más de una decena para elegir y la segmentación te obliga a ir migrando de una a otra, o centrarte en las más grandes si quieres más contenido.
Este martes, Spotify, Amazon Music y Apple Music fueron preguntados sobre si estaban pagando de manera acorde a los artistas. El problema es que dicen que no pueden competir contra lo gratuito como es el caso de YouTube. La plataforma no tiene que pagar para licenciar el contenido, y si tienen licencia, pagan menos que otras plataformas para ello.
YouTube y la piratería: motivos para no subir precios
Así, la existencia de YouTube y la amenaza de la piratería son los dos principales motivos por los que las plataformas de streaming de música no han subido sus precios, y han tenido que optar por otras modalidades con mejores prestaciones para obtener más ingresos. Por ejemplo, esta semana se ha anunciado que este año habrá una versión de pago más cara con sonido de mayor calidad en Spotify, cuyo precio probablemente se sitúe en torno a los 14,99 euros al mes.
En el caso de que una plataforma decida subir el precio, los usuarios tienen incentivos para irse a otras de la competencia, ya que el contenido es el mismo, a diferencia de lo que ocurre con el streaming de películas y series. A su vez, Spotify y Amazon afirman que no eliminarían su modalidad gratuita con anuncios en el caso de que YouTube dejase de ofrecer música gratis, reservando algunas funciones para la versión de pago como poder descargar canciones de Spotify.
Como alternativa, las plataformas han propuesto modelos de pago para los artistas diferentes a los actuales. Por ejemplo, actualmente se paga a los artistas en función del porcentaje del total de reproducciones. Un modelo alternativo podría permitir a los artistas recibir el dinero de una persona que, por ejemplo, sólo escuche a un artista concreto. Actualmente, Spotify paga entre 0,23 y 0,44 céntimos por reproducción, que es, como mínimo, cinco veces más que lo que paga YouTube. Ese dinero va a las discográficas, y los artistas reciben directamente en torno a un 13% de los beneficios. Algunas firmas independientes dan al menos el 50% a los artistas, mientras que los que no tienen nada firmado con discográficas se quedan con todo.