No son todas iguales: así pueden ser las baterías de tu coche o moto eléctrica

Comprar el mejor coche o moto eléctrica para tus intereses, el que más encaje con tus necesidades, puede convertirse en un auténtico dolor de cabeza. Un río de datos de potencia, baterías, enchufes, cargas, autonomía… cuando tú lo único que quieres es tu vehículo sirva para desplazarte de un lugar a otro. De todos modos, es importante que sepas que no todas las baterías son iguales, ni para tu coche ni para tu moto eléctrica.
Las baterías de tu coche o moto son independientes
En relación a los vehículos electrificados, todos tienen una batería que almacena la energía eléctrica y sirve para alimentar uno o varios motores eléctricos. Pero como también sabes, existen diferentes tipos de batería para los mismos y, entre sus diferencias, cada una de ellas tiene una serie de ventajas, inconvenientes y materiales.
Pero esto no solo responde a los coches, sino también a las motos eléctricas, que también tiene una presencia importante en la actualidad. Por tanto, con ellas podemos decir que esta es un acumulador de energía en el que se almacena la electricidad que será transmitida al motor de corriente alterna o continua.
Sin embargo, es mucho más que eso: es el elemento que le da su entidad sostenible, al independizarlo de los combustibles fósiles, y el núcleo del que dependen las preocupaciones de los compradores: su autonomía (la distancia que puede recorrer sin necesidad de cargarse), su tiempo de carga y su precio.
Qué tenemos con ellas
Se estima que de media las baterías admiten hasta 3000 ciclos de carga completos. De este modo, podríamos hacernos la siguiente idea para saber cuánto tiempo dura una batería: si esta se vaciara y rellenara cada día duraría más de ocho años.
En este punto, dudar de que la batería de un automóvil eléctrico es un elemento básico sería extraño. Y es que los avances en este campo marcan el porvenir de los coches enchufables, algo lógico teniendo en cuenta que todo el proceso de desarrollo de un vehículo eléctrico gira entorno a la batería. Es ahí donde vemos a las de litio como las grandes protagonistas… pero que se diferencian, también, entre ellas.
Todas las baterías recargables, igual que las convencionales, tienen una carcasa metálica que encierra y protege a sus elementos constitutivos. Ese recubrimiento contiene en su interior una espiral muy larga que está integrada por hojas delgadas muy próximas entre sí, constituidas por cuatro elementos, comunes en disposición, aunque no en composición a los de cualquier otra batería. Esto lo vemos de la mano del fabricante de motos Yadea Global.
- Un electrodo positivo, denominado cátodo.
- Un electrodo negativo, el ánodo.
- Un disolvente químico, llamado electrolito, entre ellos.
- Y un separador.
Ventajas e inconvenientes
Como cualquier otro elemento, las baterías de litio ofrecen una serie de ventajas sobre otros tipos de batería. Estas son las más comunes:
- Elevada densidad de energía.
- Peso reducido.
- Alto voltaje por célula.
- Descarga lineal.
- Muy baja tasa de auto descarga.
Pero también tienen una serie de desventajas o inconvenientes a tener en cuenta:
- Duración media de la batería de litio es de unos 500-1000 ciclos de carga.
- Vida útil de 2-3 años almacenadas con un 40% de su carga máxima.
- Soportan un número limitado de cargas de entre 300 y 500.
- Su fabricación es más costosa.
- Su rendimiento a bajas temperaturas es peor, reduciendo su duración hasta en un 25%.
Estos son los tipos de batería de litio más comunes:
- Litio-cobalto: este tipo de baterías son las más frecuentes en teléfonos móviles y otros dispositivos portátiles de pequeño tamaño. Están hechas de carbonato de litio y cobalto, tienen un cátodo de óxido de cobalto y utilizan el grafito de carbono como material anódico. Destacan por su elevada energía específica.
- Polímero de litio: las baterías de polímero de litio almacenan mucha energía, son ligeras y están formadas por varias células recargables en paralelo. Suelen estar disponibles en serie de packs que aumentan el voltaje total disponible.
- Litio-ferrofosfato: estas baterías de litio y fosfato de hierro tiene una baja resistencia, mayor seguridad y estabilidad térmica, y ofrecen una gran durabilidad y un largo ciclo de vida. Sin embargo, tienen un voltaje inferior al de otras baterías, por lo que ofrecen menos energía. Son las más frecuentes en motos eléctricas, aunque algunos coches también las emplean.
- Óxido de litio-manganeso: estas baterías destacan por su estabilidad a altas temperaturas y por ser más seguras. Por ese motivo, se emplean en equipos médicos, herramientas eléctricas o bicicletas.
- Metatitanato de litio: las baterías de titanato de litio permiten recargas rápidas de tiempo, incluyen nanotecnología, un voltaje más bajo y una densidad de energía menor. Son frecuentes en bicicletas y coches eléctricos, y tienen aplicaciones en el ámbito militar y aeroespacial.
- Óxido de aluminio de Litio-níquel-cobalto: este tipo de baterías son comunes cada vez en sistemas de propulsión eléctricos y en almacenamiento de la red. Destacan por ofrecer una buena vida útil, aunque no son tan seguras como otras baterías de litio y tienen un precio aún elevado.
- Óxido de cobalto de manganeso y litio: por último, las baterías de óxido de cobalto de manganeso y litio tienen un cátodo hecho de níquel, manganeso y cobalto. Suelen tener una alta densidad de energía o potencia específica, aunque no combinadas, también son algo más caras y las encontramos en herramientas eléctricas y en sistemas de propulsión de vehículos.