No cometas estos fallos al regular los retrovisores de tu coche: ¿Cuál es la posición correcta?
¿Alguna vez has tenido que regular los retrovisores del coche? No estás solo. Es uno de los elementos más importantes del vehículo para que podamos ver todo lo que sucede a nuestro alrededor y que, al menos, tengamos conciencia de lo que está ocurriendo en carretera. Y es que, como norma general, debe haber acoplados dos retrovisores en el vehículo como mínimo para una garantizar una buena visibilidad. Pero, ¿cuál es la colocación idónea de los retrovisores para aumentar nuestra seguridad?
La DGT (Dirección General de Tráfico) incide mucho en que la visión de los conductores debe ser lo más clara posible para anticiparse a cualquier obstáculo o incidente que pueda tener lugar cuando se encuentran circulando por las diferentes vías. De hecho, los espejos son los instrumentos que proporcionan el 90 % de las capacidades visuales del conductor, de tal manera que esta cualidad es crucial para saber desenvolverse en situaciones de peligro.
Pero de la misma forma que pueden llegar a ser muy útiles para ofrecer información visual y así evitar accidentes, también está la posibilidad de que nos jueguen una mala pasada si no se encuentran debidamente colocados. Su posición va a influir mucho en nuestro comportamiento en carretera, por lo tanto, es de vital importancia conocer cómo debemos ajustar los retrovisores del coche.
Primer paso: acabar con los ángulos muertos
Antes de iniciar el viaje, hay que tener en cuenta que los retrovisores deben estar perfectamente posicionados para que el trayecto sea lo más seguro posible y podamos llegar a nuestro destino sanos y salvos. Pero lo primero que debemos hacer es regular el espejo interior para ver todo lo que pasa detrás de nosotros, así que la mejor ubicación es que tiene que estar centrado en la luneta trasera.
La siguiente indicación corresponde a uno de los errores que más se cometen al regular los espejos retrovisores exteriores del vehículo, y es que no se maniobre lo suficiente hasta dejar de ver el lateral de las puertas del mismo. Este fallo es muy común y la DGT quiere dejar claro que los espejos deben estar abiertos hasta cubrir un mayor ángulo, sin que los laterales de la carrocería lleguen a obstaculizar la vista.
¿Cómo saber si están bien colocados?
Para saber si lo hemos hecho correctamente, deberemos hacer una prueba cuando salgamos a carretera. En cuanto un vehículo se esté acercando hacia ti por detrás, con el espejo interior tienes que ser capaz de estar viéndolo en todo momento. Esta circunstancia facilitará comprobar que el coche de atrás también frena al mismo tiempo que tú lo haces y aminora la marcha en el supuesto de que se produzca un atasco o haya más tráfico de lo habitual.
Por otra parte, en cuanto veas que ese vehículo cambia de carril y quiera adelantarnos, siempre podrás tenerlo controlado mirando al retrovisor izquierdo. Aquí tendrás la habilidad de ver al completo el vehículo que tiene la ocasión de adelantarte y cerciorarte de que ha conseguido con efectividad su propósito. No obstante, también tienes la opción de mantener la vista del coche situado detrás de ti con los espejos externos, por si en algún momento prefieres no alzar la vista al retrovisor interno.