Así trabaja la DGT para cazar a los conductores que suben vídeos con conductas temerarias al volante
Seguro que en más de una ocasión te has encontrado con el clásico vídeo de un conductor que cuelga en redes sociales algún vídeo saltándose clamaramente la normativa de circulación. Una situación que, lamentablemente, es más cotidiana de lo que debería, pero a la que están muy atentos desde la DGT.
La DGT cuenta con la última tecnología disponible para velar por la seguridad de los conductores y los peatones. Además de los métodos que todos nosotros conocemos y que sirvan para recordar a los ciudadanos lo importante que resulta respetar el marco legal existente, la DGT también ha tenido que adaptarse al uso que muchos conductores están haciendo de las redes sociales para visibilizar sus infracciones.
Hablamos de los clásicos vídeos que se convierten en virales y en los que observamos a algún conductor conduciendo con exceso de velocidad, de forma temeraria o llevando a cabo piruetas como derrapes o similares. El Grupo de Investigación y Análisis del Tráfico es el encargado de hacer el seguimiento de todas estas situaciones y detectar posibles delitos contra la seguridad vial a través de internet.
Las redes sociales, claves en la investigación
El reportaje publicado en la propia web de la DGT sobre el funcionamiento de este cuerpo explica que el uso de redes sociales para compartir comportamientos irresponsables o delictivos no es una novedad. Desde que irrumpieron plataformas como Facebook o YouTube, el número de delitos ha crecido de manera considerable. Sin embargo, el éxito de las redes sociales basadas en la sucesión de vídeos cortos como Instagram o TikTok sí que ha provocado que el volumen de denuncias haya crecido considerablemente, tal y como explican.
Dir. Gral. Tráfico@DGTesPor increíble que parezca 🤔, hay personas que se graban cometiendo infracciones al volante… ¡Y las suben a redes sociales! El #GIAT es una unidad de la #ATGC que rastrea las #RRSS e investiga posibles delitos contra la #SeguridadVial. Vía #RevistaDGT👉 https://t.co/2LBLakfvgz https://t.co/ZkpDdZrpx806 de noviembre, 2024 • 20:00
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Miembros del GIAT explican que las infracciones más habituales son los excesos de velocidad y las conducciones en las que intentan visibilizar sus habilidades al volante, como cuando hacen zigzag entre varios coches, con ocupantes que tienen medio cuerpo fuera de la ventanilla o un sinfín de derrapes o situaciones similares.
Los técnicos de este cuerpo utilizan la última tecnología disponible para poder investigar todos esos vídeos que, en algún momento, terminan movilizándose. Una de estas ayudas tecnológicas es el sistema LINCE, que permite rastrear delitos contra la seguridad vial acotando las infracciones en función de una serie de filtros predeterminados y palabras clave.
Investigaciones inmediatas
Cuando los miembros del GIAT detectan a través del sistema LINCE, o por medio de los vídeos que les mandan los ciudadanos, que existe una infracción, automáticamente pasan a abrir diligencias. Aunque es importante recalcar que no siempre todo el material que reciben es susceptible de ser sancionado, o bien porque la conducta es la adecuada, o bien porque el hecho se está produciendo fuera de España.
Desde el momento en el que se notifica un presunto delito por conducción temeraria o por exceso de velocidad muy alta, y se tienen pruebas de la grabación, el acusado ya tiene el derecho de poder defenderse contratando a un abogado.
Se trata de un trabajo muy laborioso que, en algunos casos, obliga a estudiar pixel a pixel, puesto que las cámaras no siempre permiten ver con claridad de qué vehículo se trata o quién está detrás de la infracción. Según explican, los casos más sencillos se resuelven en un plazo que abarca de las dos a las tres semanas. No obstante, si la situación es más compleja y se requieren de otras herramientas para la identificación, la resolución podría llegar a tardar varios meses hasta que se pueden reunir los datos suficientes como para ponerlos en conocimiento de un juez a posteriori.