Así son las ingeniosas carreteras para cargar eléctricos sin cables
Criticado como uno de los puntos flacos de los vehículos electrificados, Estados Unidos ha logrado el desarrollo de carreteras que logran la carga de los eléctricos mientras conducen. Un sistema pionero en el mundo que tiene la característica de que realizarán la función únicamente mediante bobinas de inducción, por lo que no habrá cableados ni similares.
Aunque el futuro (y cada vez más el presente) se antoja como el hábitat de los coches eléctricos, existe un problema principal con ellos. Y son sus cuestiones más que dificultosas con las estaciones de carga, insuficientes en muchos casos, y donde en la gran mayoría de los casos tenemos que esperar un tiempo considerable hasta que la batería se recarga por completo.
Un paso adelante ante las estaciones de carga
Por esto, y bien para facilitar la tarea como para implementar una solución que satisfaga a la mayor parte del público, los países están inmersos en la creación de nuevos sistemas y métodos que hagan porque este incómodo inconveniente se presente como algo para favorecer tanto a los vehículos como a los propios conductores.
Sobre todo a estos últimos, quienes actualmente tienen en ello como una gran traba para acceder finalmente a la compra de automóviles de nueva generación. En este sentido, ha sido Estados Unidos quien ha optado por un avance más que significativo: carreteras para coches eléctricos que los carga mientras se conducen.
Se presentó recientemente en el estado de Indiana, uno de los puntos estratégicos de circulación más importantes para el país. Como tal, la función cumpliría todo lo que el sector automovilístico anda buscando, más cuando se contabilizan allí alrededor de 568.881 vehículos que transitan con propulsión de baterías.
Cómo será el proceso
Estas carreteras de carga para vehículos eléctricos representan un paso más que considerable, también visto desde la óptica de la que las carreteras estadounidenses no son, ni de lejos, las mejores del mundo. Por esto, y para mejorar la visión y acercarse más a los usuarios que se plantean estos coches, han ideado un funcionamiento más que interesante.
Se trata de equipar la tecnología de carga inalámbrica bajo el pavimento, para que los vehículos puedan recargarse mientras están circulando. La tecnología funciona a través de bobinas de inducción dentro de losas de cemento magnetizado. El proyecto, programado para comenzar a finales de enero del próximo 2022, consta de tres fases.
De la mano del Departamento de Transporte de Indiana, INDOT, las fases uno y dos del proyecto de carreteras de carga de eléctricos incluirán pruebas de pavimento, análisis e investigación de optimización, todo esto en el campus de West Lafayette de la Universidad Purdue.
Cuando estas dos fases estén optimizadas, se dará acceso a la fase tres del proyecto. En ella se construirá un banco de pruebas de alrededor de 400 metros de largo donde los ingenieros probarán la capacidad del mismo para cargar camiones pesados que operan a alta potencia. Será la empresa alemana de Magment quien producirá el cemento magnético.
Las losas de hormigón magnetizadas permitirían la carga universal para cualquier modelo de eléctrico, las cuales ni se dañan ante cualquier situación climática, tienen una alta conductividad térmica y es casi imposible que lo roben, según Magment.
Es la primera instalación de estas características, pero no la única
En esas, INDOT y ASPIRE, que es la Infraestructura de Energía para la Electrificación de Carreteras, construirán otro tramo de algo más de 6 kilómetros hacia el último paso de esta denominada autopista magnética, aunque aún no se ha revelado el lugar. Podrán construirse más vialidades públicas en todo el estado.
El objetivo prioritario sigue siendo el de descarbonizar el sector del transporte y aumentar la eficiencia energética, reduciendo así la capacidad de las baterías, y por ende su tamaño y peso. Esta necesidad de innovar significa un adelanto hacia todo lo que rodea a los vehículos electrificados, pero también es cierto que no es la primera vez que se piensa en las carreteras como ubicaciones de carga.
Hace unos años fueron Suecia y Alemania quienes implementaron una prueba piloto que estaba pensado para camiones eléctricos. Allí se instalaron una catenaria de dos cables a cinco metros de altura, los cuales contaban con un sistema articulado de barras instalado en el techo y conectado a un conductor aéreo que transmite la corriente a las baterías. El sistema no desplegó su máximo rendimiento: el camión eléctrico no superó los 30 km/h de velocidad y la transferencia de energía a las baterías se limitó a 45 kW en un tramo de 50 metros.