Si tenéis un ordenador, probablemente os hayáis preguntado alguna vez cómo hacerle overclock y cuál es el límite que tenéis para hacerlo. Por ello, vamos a ver cuáles son los factores limitantes a la hora de subirle la frecuencia al procesador, y qué es lo que tenemos que tener en cuenta.
En concreto, son tres los factores que van a limitarnos a la hora de subir de vueltas un procesador. Cuando compramos un chip de este estilo, el fabricante le asigna una frecuencia en la que aseguran que va a funcionar sin problemas y de manera estable. Por ejemplo, el i7-8700K tiene una frecuencia base de 3,7 GHz, y alcanza los 4,7 GHz en Boost, siendo esta última perfectamente estable.
Sin embargo, siempre tenemos un poco de margen para subir algo la frecuencia, aunque a cambio vamos a tener una mayor temperatura y un mayor consumo. De hecho, subir aunque sea 200 MHz el procesador puede hacer que el consumo se dispare.
Tanto la temperatura como el voltaje son los dos valores que van a afectar también a la estabilidad del sistema. Si mantenemos una temperatura alta durante mucho tiempo, la vida útil de nuestro procesador va a disminuir. Con el voltaje también tenemos que tener cuidado, pues subirlo aumenta la temperatura y el consumo, aunque le dará más estabilidad al sistema (hasta cierto punto, donde el ordenador puede que ni arranque si lo subimos demasiado, y tengamos que bajarlo)
A la hora de hacer overclock también que hay tener en cuenta el hardware de nuestro ordenador. Con el disipador de serie que incluyen los procesadores es obvio que no debemos hacer nunca overclock, pues tendremos temperaturas elevadísimas y mucho ruido. Por ello, tenemos que tener siempre un disipador comprado por separado, y también necesitamos un procesador desbloqueado (todos los Ryzen lo están, y en el caso de Intel los que acaban en K) y una placa compatible (Z370 por ejemplo en el caso de Intel).
¿Se puede hacer overclock en un portátil?
Los sistemas de refrigeración de los ordenadores portátiles estaban algo limitados hasta hace unos años, lo que hacía impensable hacer overclock. Sin embargo, con la mayor eficiencia energética y la mejora tecnológica en sistema de disipación, a lo cual se le suma que algunos portátiles prescinden del lector de DVD para meter un segundo ventilador o tener más superficie de disipación.
Uno de los mejores ejemplos lo encontramos con los portátiles OMEN by HP. Hablamos en concreto del OMEN X, que cuenta con un sistema de refrigeración avanzado con cámara de vapor con el que podemos hacer overclock y contar con una buena refrigeración.
Además, contamos con el OMEN Command Center, gracias al cual podemos conocer datos de uso de nuestros componentes o su temperatura. Además, hay un panel sencillo para overclock que nos permite hacerlo de manera facilísima, y hacer pruebas de rendimiento para comprobar la estabilidad del sistema.