HTC está dispuesta a resurgir en el sector de la telefonía móvil. A pesar del mal momento por el que atraviesa, el fabricante no cesa en lanzar terminales de gran potencia como el nuevo HTC One X+, cuyo procesador de cuatro núcleos trabaja a 1,7 GHz.
La compañía asiática ha presentado de forma oficial su nuevo terminal con el fin de remotar el vuelo. Aunque desde hace un año su situación ha sufrido una progresión muy negativa, la estrategia de la firma pasa por continuar con la producción de equipos de la gama media y alta. En esta última destacaba hasta el momento su HTC One X, un referente dentro del sector gracias a su procesador quad core pero cuyas ventas han estado por debajo de competidores directos como el Samsung Galaxy S3.
Lejos de tomar otro camino como el centrarse en terminales de gama más baja o responder a sus rivales con precios más agresivos en sus dispositivos más potentes, el fabricante ha mostrado su nueva apuesta. Se trata del HTC One X+, un nuevo smartphone con ligeras mejorías a nivel de hardware respecto a su antecesor pero optimizado en su software al incluir Android 4.1 Jelly Bean, la última versión del sistema operativo de Google.
Aunque no se conoce cuándo llegará al mercado, el ambicioso objetivo de HTC pasa por enfrentarlo desde este mismo mes de octubre en Europa y norte de Asia (en noviembre en Estados Unidos) a equipos como el citado Galaxy S3 de Samsung o al recién presentado iPhone 5. Para intentar convencer a los usuarios, el fabricante ha mejorado su procesador Nvidia Tegra 3 de cuatro núcleos en lo que a la velocidad de su reloj se refiere, alcanzando los 1,7 GHz (el modelo One X trabaja a 1,5 GHz). No obstante, la memoria RAM seguirá siendo de 1 GB.
La pantalla será similar, con un tamaño de 4,7 pulgadas y 1280 x 720 píxeles como resolución. Otras modificaciones a nivel de hardware las encontraremos en su capacidad de almacenamiento, que pasa de 32 a 64 GB, y en su batería, que se ve mejorada desde los 1800 mAh hasta los 2100 mAh. En lo que respecta a conectividad, será compatible con las nuevas redes LTE, aunque usuarios como los españoles no podrán aprovechar esta mejora.
Uno de los aspectos más destacados por la compañía es la inclusión de Jelly Bean como versión de Android junto con la nueva interfaz Sense 4+. Con este software el fabricante taiwanés ha optimizado el dispositivo de modo que mejora su funcionamiento, se muestra más fluido y cuenta con una mayor capacidad de respuesta. El precio del equipo será de aproximadamente 600 euros, aunque habrá que ver qué operadores lo subvencionan y si entra en los planes de financiación de las compañías. ¿Resurgirá HTC con esta arriesgada apuesta para plantar cara al iPhone 5?