Hasta 7.000 millones de euros llegarán desde los fondos europeos para que los operadores desplieguen de forma masiva redes de fibra óptica en nuestro continente. Con esta cantidad se espera que la mitad de los europeos navegue a 100 Mbps en 2020.
La Agenda Digital europea tiene fijado el ambicioso objetivo de hacer llegar a la totalidad de usuarios del continente una conexión de 30 megas como mínimo en 2020 y que la mitad de los usuarios tengan acceso a conexiones de alta velocidad de al menos 100 megas. Para lograr este fin, la Comisión Europea tiene preparada una partida multimillonaria que serviría para que los operadores desplegasen redes de nueva generación que hiciesen posible el objetivo fijado para los próximos ocho años.
En la reunión mantenida en Chipre entre los ministros de exteriores europeos se ha tratado la creación de un fondo que incluirá 9.200 millones de euros para telecomunicaciones. Aunque algunos países pretenden «reducir los presupuestos», la vicepresidenta de la Comisión Europea y directora para la Agenda Digital, Neelie Kroes, ha sido contundente en su posición. «Hay políticos que creen que la fibra óptica no es atractiva no sé por qué. Pues la recesión es aún menos atractiva, y si se recorta la inversión en banda ancha se recortará en crecimiento», sentenció Kroes.
De dicha partida, 7.000 millones irían destinados íntegramente al desarrollo de redes de fibra óptica y la propia Comisión confía en que finalmente «no se recorte en las políticas que más futuro tienen«. La asociación que agrupa a los principales operadores europeos, ETNO, se ha posicionado en esta línea defendiendo la importancia de mantener intacta esta partida puesto que «la inversión inicial tiene un alto coste».
Si a esta partida presupuestaria, que se repartiría entre 2014 y 2020, le sumamos la aprobación antes de final de año del paquete de medidas que cambiarán la regulación de las redes de nueva generación, el compromiso de la Comisión Europea con la fibra óptica parece claro. El ejecutivo comunitario busca que se den condiciones de igualdad entre los operadores para fomentar así la inversión de las compañías en las nuevas redes que permiten acceder a Internet a alta velocidad.
Por el momento, en España está siendo Movistar la compañía con una mayor inversión en fibra óptica con una red que pretende llegar a 3 millones de hogares al finalizar este 2012. Gracias al fondo aportado desde Europa y a la nueva regulación, es de esperar que la banda ancha ultrarrápida dispare su presencia en nuestro país en los próximos años, algo que subsanará nuestra histórica posición en la cola del continente en cuanto a conexiones a Internet se refiere.