El próximo Gobierno de Mariano Rajoy se enfrenta entre otros grandes retos al de impulsar la banda ancha y la conexión a Internet en nuestro país. Considerando la mayor necesidad de acceder a la Red, ¿debería el nuevo Ejecutivo facilitar el desarrollo de puntos WiFi gratuitos para que más ciudadanos puedan conectarse a Internet?
El WiFi gratis vuelve a estar a debate. Esta forma de acceder a Internet se ofrece de manera puntual en algunas zonas de España aunque las grandes instituciones como los ayuntamientos no encuentran todas las facilidades que les gustaría para lanzar este servicio de cara a sus ciudadanos. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), regulador del sector, siempre ha defendido que estas instituciones han de inscribirse en el Registro de Operadores de Redes y Servicios de Comunicaciones Electrónicas y a pagar las correspondientes tasas si quieren ofrecer este servicio.
De este modo, los ayuntamientos no incurrirían en competencia desleal en el sector. El más claro ejemplo es el del Ayuntamiento de Málaga, que vio cómo la Audiencia Nacional amparaba la decisión de la CMT y rechazaba su recurso tras confirmar que el consistorio andaluz no cumplía los requisitos que solicita el regulador para ofrecer este servicio: inscribirse como operador, velocidad máxima de 256 Kbps y ofrecer un servicio orientado a la autoprestación, es decir, una red cerrada en la que no se pueda acceder a todos los servicios de Internet sino únicamente a aquellos relacionados con el ámbito institucional.
La intención de la CMT con estas limitaciones pasa por no distorsionar la competencia que existe en el mercado de la banda ancha. Sin embargo, algunas voces como las de la AI critican que así sea. «La CMT siempre ha fallado en contra del WiFi gratis para preservar el libre mercado, sin tener en cuenta el interés de los ciudadanos», critica el presidente de esta asociación. Desde el Ministerio de Industria la política ha sido similar, a pesar de que último de los ministros, Miguel Sebastián, prometió en 2007, cuando se presentó a las Elecciones por la Alcaldía de Madrid una red WiFi para toda la ciudad.
Rechazo total por parte de los operadores
Asimismo, los operadores siempre se han mostrado muy reacios a la posibilidad de un despliegue público de puntos de conexión inalámbricos a Internet. Las compañías recordaron a los consistorios interesados en esta opción que la gran inversión en banda ancha ha corrido a su cargo hasta ahora y que su papel debería ceñirse a «facilitar la inversión privada con la disminución de normas y del coste de las obligaciones administrativas».
Desde la patronal de los operadores, Redtel, se asegura que una red pública serviría para evitar la incorporación de España a la Sociedad de la Información. «La ausencia de demanda real por parte de los usuarios, la incapacidad de establecer modelos de negocio viables y la competencia de otros agentes son las principales causas de la paralización y fracaso de los proyectos de redes públicas«, explicó esta organización.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en países con una banda ancha más desarrollada que la española como el caso de Portugal, Francia, Reino Unido o Alemania el despliegue de puntos WiFi gratuito (con fórmulas como la publicidad insertada en la navegación) es una realidad y esto no ha paralizado el desarrollo de la inversión privada.
Habrá que ver cómo lidia el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy con este controvertido tema. Conocido el interés de su partido por recortar cualquier gasto público parece poco probable que incentiven una red de este tipo. ¿Creéis que debería cambiar de opinión y facilitar el despliegue de puntos WiFi gratuitos?