La firma finlandesa daría así salida al proyecto de colaboración con Intel, una vez que el futuro de sus smartphones de alta gama parece asociado inevitablemente a Microsoft.
Hace unos días hablábamos del juego a cuatro bandas que Nokia estaba llevando a cabo en el ámbito de los sistemas operativos para sus terminales: junto a los ya disponibles con MeeGo, Maemo y Symbian, se unía el proyecto de colaboración entre la empresa finlandesa y Microsoft para desarrollar la plataforma Windows Phone 7, destinado a ser el sistema disponible para sus terminales de alta gama. El producto de Microsoft comería así el terreno al resto de sistemas en Nokia en los próximos dos años.
¿Qué ocurriría con el resto? De entre todas ellas, parecía extraño que los finlandeses dejaran a un lado uno de sus proyectos más ambiciosos: MeeGo, para el cual llegaron a un acuerdo de colaboración con Intel, a la que, por tanto, la compañía debe rendir cuentas tras su alianza con Microsoft. Ante los rumores de un cierto abandono con respecto a dicha plataforma, Nokia se ha visto obligada, en más de una ocasión, a subrayar la apuesta de futuro que para la compañía supone el sistema operativo, sobre todo tras los aparentes éxitos que ha obtenido.
Y ahora se puede intuir dónde se va a centrar esa prometida apuesta: la futura tableta de Nokia. La agencia Routers abría dicha posibilidad al afirmar que el nuevo dispositivo de la firma podría no contar con Microsoft, lo que dejaría campo libre a MeeGo para hacerse con aquél, y permitiría a Nokia e Intel seguir avanzando en su proyecto.
Pero todo ello dependería del éxito de la tableta de la firma finlandesa, en un campo bastante cubierto ya y en el que no tiene todavía presencia, a diferencia del resto de grandes compañías. Quizá precisamente por ello, por llegar tarde a este mercado (como ya ocurriera con la introducción de las pantallas táctiles), desde Nokia se están tomando su tiempo a la hora de desarrollar su modelo, y poder encontrar la fórmula que le permita presentar algo innovador con respecto al resto y obtener así una buena posición en el mercado, primer paso en el que asentar las bases para una nueva estrategia comercial. Está claro que Nokia tiene mucho que decir en un sector que sigue liderando a pesar de la dura competencia.