Telefónica planteó una propuesta a la CMT y al Gobierno para regular los 50 megas por zonas y parece que al regulador español le convence esa idea y lo propondrá a la Comisión Europea.
La operadora entiende que hay tres escenarios posibles, el primero es aquel donde existen varias redes y propone que se debe eliminar la regulación y promover los acuerdos libres entre las compañías. El segundo escenario es aquel donde sólo exista la red de Telefónica y en ese caso sí que admiten que su red de VDSL2 sea regulada. Por último, el tercer escenario son aquellas zonas donde los operadores consideran que no es rentable invertir y en ese caso los fondos tienen que llegar del Gobierno. Un ejemplo de ello son los 100 megas de las cuencas mineras de Asturias.
Según Cinco Días, para la CMT, la razón del cambio de escenario es el salto cualitativo que van a suponer las redes de nueva generación (VDSL2 y FTTH), por la fuerte inversión, los riegos y la innovación que necesitan. A partir de ahora, la competencia se debe basar en infraestructuras y «en un escenario en que haya rivalidad real de redes se puede eliminar la regulación». Pero para llegar a esa competencia real queda tiempo y nunca sucederá a la vez en toda España. Se desarrollará gradualmente y en las zonas más densamente pobladas primero, de donde surge la necesidad de abolir la uniformidad de la regulación.
Telefónica ha reclamado una guía clara de cómo va a ser la regulación, porque no está dispuesta a invertir sin saber si, cómo y en qué condiciones tendrá que abrir sus redes. Es un círculo sin cierre, porque la CMT no podrá definir su regulación hasta que constate el nivel de competencia existente y la fórmula o tecnología con la que se despliegan las nuevas redes. Consciente del problema, la comisión anunció ayer que en noviembre anunciará una «declaración de intenciones», un documento en el que se adelantarán las líneas maestras de la regulación que se aprobará más tarde, con escenarios y modelos para que las operadoras sepan con antelación y transparencia por dónde irán los tiros.
En principio es una propuesta acertada por parte de Telefónica que obligará a las operadoras a competidor donde dispongan de red propia y favorecerán la bajada de los precios, pero el tercer escenario es el que más dudas genera y es que no es tan fácil que el Gobierno destine fondos para fomentar la banda ancha en las zonas más desfavorecidas.