Al menos esto es lo que afirma Joan Clos, Ministro de Industria en materia de telefonía móvil. Considera que el precio de las llamadas de móvil deben ser el indicador concluyente para determinar si hay la competencia efectiva en el sector. Reconoció, sin embargo, la dificultad para conocer el precio promedio de las llamadas, ya que existen tres métodos estadísticos de aproximación. En materia de Internet reconoce que «el mega» que se ofrece en ADSL tiene «limitaciones»
Joan Clos aseguró en su comparecencia en el Foro Cinco Días en relación al sector del móvil que «si el mercado funciona, deberíamos tener un servicio excelente a un precio de los baratitos» El problema es que el mercado parece no funcionar, los operadores han subido los precios en marzo y por supuesto el servicio está muy lejos de considerarse excelente.
Según el ministro de Industria, «estamos por el medio» comparando las tarifas en España con las de otros países europeos, si bien «cuesta mucho averiguar el precio promedio de las llamadas». «Se trata del secreto mejor guardado». Por ello, el titular de Industria avanzó que se están «promoviendo acuerdos entre los reguladores europeos» de forma que, sin llegar a crear un regulador único, sí se alcance un «sistema de coordinación» que permita lograr una «información fehaciente».
«Los sistemas de facturación son diversos y los sistemas de medida también», señaló el ministro. De esta forma, existen «al menos» tres métodos estadísticos de aproximación que, además, no coinciden.
Clos reconoció que «estamos en un proceso muy importante y complejo a veces de introducir competencia» porque hay «un operador dominante» y luego «otros que quieren entrar», si bien para el ministro «la tendencia está marcada».
El responsable de Industria destacó que el sector de telecomunicaciones «está creciendo mucho» y apuntó que el año pasado facturó 44.000 millones de euros. Eso significa que, «según los datos que cualquier ciudadano puede calcular con sus recibos a final de mes», los españoles gastaron «el doble en teléfono que en energía eléctrica» y que incluso destinaron más «a teléfono que al gas y a la electricidad sumadas», ya que los 22.000 millones de euros de facturación eléctrica y los 15.000 millones de facturación de gas quedan aún por debajo de los 44.000 de las telecos.
El ministro de Industria destacó que el Gobierno está siguiendo el objetivo de «máxima transparencia» en la industria de las telecomunicaciones y destacó que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) «está tomando medidas» en ese sentido.
En cuanto al impulso de la Sociedad de la Información en España, el ministro de Industria destacó durante su intervención que «la siguiente etapa» vendrá marcada por el objetivo de situar a España en el grupo de países más avanzados en el desarrollo de internet de velocidad «de 5 a 50 megas». (Anteriormente apostaba por 100 megas de velocidad)
Según el ministro, la velocidad habitual ofrecida en el mercado, de un mega, ha demostrado tener «limitaciones» y esta tecnología ha quedado «superada por un aumento de la demanda espectacular». De ahí que España se plantee ocupar «el furgón delantero» de desarrollo de esta tecnología.