La confirmación oficial del cierre de Google Reader a partir del 1 de julio no ha tardado en despertar una amplia polémica en Internet. Muchos de los usuarios del lector de RSS se han sentido defraudados por la compañía y no han tardado en apoyar una campaña de recogida de firmas en la Red para evitar el cierre.
A pesar de ser uno de los servicios a los que Google ha dado la espalda en los últimos años, Reader es aún una plataforma con un extendido uso en Internet. Así lo demuestra el revuelo generado tras conocerse que a partir del citado día dejará de estar activo. Muchos han visto lógico que la compañía de Mountain View eche el cierre a su lector de RSS ya que estaba desactualizado desde 2011 y en los últimos años había sufrido varios problemas de funcionamiento importantes.
Sin embargo, otros no se resignan a quedarse sin una herramienta fundamental a la hora de navegar por Internet. Por este motivo han acudido a la petición de firmas creada por Daniel Lewis en la plataforma Change.org en la que piden al buscador que mantenga vivo este servicio. A esta hora la petición ha traspasado las 91.000 firmas, un importante número si tenemos en cuenta que el anuncio se produjo hace apenas un día.
En el texto que acompaña a la petición Lewis señala que el servicio «sigue siendo una parte fundamental de mi uso de la Red y nuestra confianza en otros productos de Google como Gmail, YouTube o Google+ requiere que ustedes respeten cómo y por qué usamos el resto de sus productos». «Por favor, no destruyan esa confianza», clama el autor de la petición.
Lewis se dirige de forma directa a Google y le recuerda que «es capaz de dedicar el 20% a apoyar productos que nunca llegarán al mercado» a la vez de acabar con un servicio que sí tiene un uso constante por parte de muchos usuarios. Ante esta situación, el dar marcha atrás en sus planes se plantea al gigante californiano como una gran ocasión para demostrar el respeto por aquellos que sí utilizan este servicio.
Así pues, por primera vez en mucho tiempo parece que Google se encuentra con una fuerte oposición de sus usuarios. En anteriores cierres de servicios como Answers, Wave o el controvertido Buzz apenas se levantó la voz por no considerarlos tan útiles como su lector de RSS. Veremos si esta oposición en forma de firmas virtuales provoca la rectificación de los de Mountain View.