Hace algo más de un mes recogíamos que se había conseguido alcanzar una velocidad de26,2 terabits en un cable de fibra óptica submarino. Hablamos de Marea, el cable que une Virginia Beach, Virginia (Estados Unidos) y Bilbao, España. Sin embargo, un grupo de investigadores ha pensado que esa cifra se queda corta para las conexiones del futuro, y han conseguido crear uno que permite transferir datos a más de 1 petabit por segundo. Un petabit equivale a 1.000 terabits, o 125 TB/s.
Cable de fibra de un petabit: más fino, resistente y rápido que los actuales
Esto se ha logrado gracias a la colaboración de dos universidades y un fabricante de componentes. La Universidad Macquarie de Australia ha creado el acoplador, la Universidad de Hokkaido ha creado el cable de fibra en colaboración con Fujikura, y el sistema de transmisión ha sido desarrollado por el National Institute of Information and Communications Technology de Japón.
Sus creadores afirman que el cable que han creado (que es de 4 núcleos y 3 modos) permite alcanzar velocidades decenas de veces superiores a los mejores cables actuales. Además, la fibra creada era más resistente a daños gracias a ser más estrecha, pudiendo usarse con equipamiento actual.
Los cables de fibra han ido aumentando en capacidad gracias a ir aumentando en tamaño, por lo que este nuevo tipo de cable tan fino como un cabello humano permite avanzar hacia cables con menor diámetro. Cuanto más grande sea un cable de fibra, más riesgo tiene de romperse por doblarse o por estiramientos, además de ser más caros. Con uno de estos cables pueden transmitir la misma información que 12 actuales de diámetro similar.
Esperan solucionar los cuellos de botella y reducir los costes de los cables de fibra óptica actuales
Con ello, buscan solucionar los cuellos de botella presentes en las actuales tecnologías relacionadas con la fibra óptica, ya que el tráfico mundial no para de aumentar. Este es uno de los motivos por los que Starlink quiere que gran parte de las conexiones internacionales vayan a través de satélite.
Una de las claves más importantes para haber alcanzado esa velocidad de transferencia radica en CloudWave Optics, fabricado por Coriant, que permite unas velocidades de transmisión de 200 Gbps por cada longitud de onda.
Junto con el hito de Marea, Google y NEC estuvieron analizando cómo podían hacer que el cable submarino FASTER pudiera alcanzar velocidades de 26 terabits por segundo. En 2016, Nokia alcanzó un Terabit en Alemania, y eso ya se nos está quedando corto.