No es un problema de Tesla en exclusiva, ni muchísimo menos. Existen cuatro niveles de conducción autónoma, siendo el último la conducción autónoma completa, y todavía estamos lejos de llegar allí. De momento, en realidad, lo que tenemos son sistemas de asistencia a la conducción, o como mucho de ‘conducción semi autónoma’. Y el problema, o el motivo por el que un Tesla puede chocar con un coche parado en mitad de la carretera es porque el tráfico es una referencia para estas tecnologías.
La tecnología de Tesla, o la de Volvo, en cuanto a la conducción semi autónoma, están desarrolladas para funcionar en base a diversas referencias contextuales. Las llamaremos de este modo, porque son elementos externos al coche, del entorno, que sirven para determinar la trayectoria del vehículo y su situación respecto a vía y tráfico. El coche reconoce el entorno y se adecúa al mismo, pero con limitaciones como esta: que un coche esté completamente parado en medio de la carretera.
La conducción ‘autónoma’ actual no contempla estas situaciones
En tanto que es un sistema de asistencia a la conducción, esta tecnología –la de Tesla, la de Volvo…- no es capaz de tomar el control completo de la conducción. Con cámaras periféricas, situadas en la carrocería del vehículo, y un radar, entre otros dispositivos de hardware, el coche revisa las líneas de la carretera y la situación del vehículo que circula por delante. Son los dos factores clave, además de las señales de tráfico, que determinan qué debe hacer el coche.
El ‘problema’ por el que puede chocar con un coche completamente parado está en que el sistema –en el caso de Volvo, por ejemplo- se iniciar con un coche de referencia que circula por delante de nosotros. Tomando una velocidad de crucero como válida, nuestro vehículo frena si lo hace el de delante para no impactar con él, interpretando qué distancia se mantiene respecto al mismo. Y se toman de referencia las señales de tráfico para mantener la velocidad máxima permitida de la vía.
Si estamos circulando en modo ‘autónomo’, o más bien asistido, con un coche de referencia, se mantendrá la velocidad crucero y la distancia mínima de seguridad respecto a él. Si este coche desaparece, por ejemplo porque cambia de carril o abandona la vía, entonces no hay referencia de distancia a mantener, pero sí velocidad. Si en esto aparece un coche parado, a la velocidad de circulación habitual de una autopista el freno autónomo de emergencia no funciona por limitaciones de distancia de frenado con respecto a la distancia de reconocimiento de objetos, vehículos…