Cada vez está más cerca la presentación del iPhone 8, así como la de los iPhone 7s y iPhone 7s Plus, si se cumple lo que se espera. Pero mientras que los ‘7s’ mantendrán el diseño del iPhone 7 y el iPhone 7 actual, parece que el más notable será el salto hacia el iPhone 8. Se han filtrado muchos detalles sobre él, y se ha especulado con que el diseño frontal pueda perder los marcos de pantalla. Pero ahora, al fin, tenemos una visión más clara sobre el que, así lo parece, será el diseño final del iPhone 8.
Hay que tener cierta precaución con todos los rumores y las filtraciones, pero la información del iPhone 8 que hemos estado recibiendo en los últimos meses apunta, toda ella, en la misma dirección. Se había hablado ya de la llegada de la tecnología OLED a la pantalla del iPhone 8, y que esto será lo que permita eliminar los marcos de pantalla casi por completo. Un diseño similar al Samsung Galaxy S8 es lo que se espera, pero con los tintes de personalidad de la compañía de Cupertino y, según filtraciones, con un frontal todavía mejor aprovechado por su pantalla de 5,8 pulgadas de diagonal.
El frontal del iPhone 8 al descubierto: todo cristal y 5,8 pulgadas de diagonal
Esta última filtración deja al descubierto la que, se supone, es la pieza frontal del iPhone 8. La que corresponde no sólo al cristal protector de la pantalla, sino también a los mínimos marcos que se asientan sobre el chasis, y que dan cabida a los sensores delanteros para la iluminación. También aquí se encaja el altavoz para llamadas, la cámara para selfies, etcétera. Y según esto, los marcos de la pantalla serían todavía más reducidos que en el caso del Samsung Galaxy S8.
Hay algo curioso, y que diferencia al Samsung Galaxy S8 y el iPhone 8, según esta imagen. Por un lado –pero eso ya lo sabíamos-, que no contará con pantalla curva el terminal de Apple. Pero lo que es más importante, es que en la parte superior el iPhone 8 aprovecharía incluso los laterales izquierdo y derecho de la ubicación de los sensores. De tal forma que puedan permitirse un chasis todavía más compacto, aunque forzando a modificar de una forma importante la interfaz de iOS 11. Así, estos dos espacios podrían quedar ‘fijos’ sobre la interfaz, como ahora, pero encajados en el propio diseño.