Todo lo que no puedes hacer con el nuevo Windows 10 S

Todo lo que no puedes hacer con el nuevo Windows 10 S

Carlos González

Abriendo una nueva rama sobre Windows 10, la compañía de Redmond ha presentado hace horas Windows 10 S. Es la respuesta a Chrome OS y llegó junto al Microsoft Surface Laptopque de forma sutil se cruza en el camino de los MacBook Air como ultrabook enfocado a estudiantes. ‘Desde sólo 189 dólares’ encontraremos pronto portátiles con Windows 10 S, aseguró ayer Microsoft, pero no es oro todo lo que reluce en esta versión, que viene mucho más limitada que las disponibles actualmente.

Windows 10 S es, a grandes rasgos, una ‘versión light’ del sistema operativo que ya conocíamos. No una versión portable, sino más bien una versión cloud. Siguiendo los pasos de Google con Chrome OS, este sistema operativo se nutre de Internet para disponer de utilidades y apps. No permite la instalación de apps y programas fuera de la tienda oficial de Microsoft, y esta es una importante limitación que los usuarios deberían tener en cuenta. Lo que sí debería ser un ‘alivio’ para los mismos, es que siempre tendrán la oportunidad de actualizar a Windows 10 Pro por el módico precio de 49 dólares en concepto de licencia.

Con Windows 10 se propone mayor rendimiento con menor consumo, pero a cambio habrá más control por parte de Microsoft. Se pierden funciones importantes del sistema operativo, y la disponibilidad de software será mucho más limitada desde su lanzamiento. La telemetría, un tema preocupante en Windows 10, lo es aún más en Windows 10 S.

microsoft surface laptop

Las limitaciones de Windows 10 S frente a Windows 10

Microsoft promete que su nuevo sistema operativo Windows 10 S, la escisión para estudiantes de su ya conocido SO, puede estar listo en sólo 15 segundos. Además, también han adelantado que esta versión ligera se podrá utilizar en equipos con hardware más limitado, y produciendo un menor consumo de recursos, en cualquier caso. No es exactamente lo mismo, y precisamente ese segundo factor es el que nos da una ventaja adicional, que es el menor consumo de batería. Todo esto es lo que, a priori, haría de esta la versión ideal para ordenadores portátiles, y más específicamente ultrabooks baratos. Es decir, ‘carne de estudiantes’.

Sólo apps de la tienda oficial, con conexión a Internet

Pero hay limitaciones, importantes limitaciones con respecto a las versiones de Windows 10 a las que ya nos hemos acostumbrado. La primera de ella, como decíamos, que sólo se podrán instalar apps de la tienda oficial de Microsoft. De tal modo que cualquier programa descargado de Internet será incompatible con el sistema operativo Windows 10 S salvo que provenga directamente de la compañía de Redmond, y por tanto, necesariamente debemos tener conexión a Internet para la instalación de las aplicaciones.

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Nada de Google Chrome, nada de Google; sólo Edge con Bing

Teniendo en cuenta que Windows 10 S es competencia directa para Chrome OS, cabía esperar que la compañía de Redmond pusiera ciertas trabas a la utilización de los servicios de Google. Y así es. Salvo en países en los que Bing no está disponible, en el resto sólo tendremos la posibilidad de utilizar el navegador web Microsoft Edge, en tanto que según lo que comentábamos antes, las apps sólo podrán provenir de su tienda oficial. Y en la tienda oficial de apps de Microsoft, para Windows 10, no están disponibles soluciones alternativas como Google Chrome, Mozilla Firefox, Opera y similares.

De Windows 10 S a Windows 10 Pro sin vuelta atrás

Ya se ha confirmado que los usuarios de Windows 10 S tendrán facilidades para pasarse a Windows 10 Pro, con un precio de licencia reducido y, previsiblemente, un asistente para la migración a la versión más completa de su sistema operativo. Pero también se ha podido conocer que no habrá vuelta atrás. Con la actualización de Windows 7 y posteriores a Windows 10, de forma gratuita, aunque temporalmente, Microsoft permitió la vuelta atrás con un plazo de un mes. Sin embargo, si pasamos de Windows 10 S a Windows 10 Pro no podremos volver atrás, o al menos no sin formatear el ordenador.

Actualizaciones, malware y telemetría

Al estar basado en la nube, Windows 10 S dejará menor control sobre el sistema de actualizaciones que las versiones estándar. Tanto el sistema de actualizaciones como el análisis en tiempo real sobre el malware del sistema operativo tienen mayor control sobre el sistema operativo, o, mejor dicho, el usuario tiene menor control sobre la configuración de estos sistemas de sincronización. También desde el punto de vista de la telemetría, por la mayor dependencia del sistema operativo a la conexión a Internet, supone un punto preocupante en esta nueva versión.

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