La extensión de las infraestructuras de fibra óptica no permiten prestar una cobertura completa para los servicios que ofrecen los operadores de telecomunicaciones, pero el ADSL ya no se publicita. La tecnología ADSL se está apagando y las conexiones de este tipo alcanzaron su mínimo recientemente, y esto ocurre mientras la fibra óptica sigue creciendo imparable.
La línea de abonado digital como tecnología de banda ancha fija mantiene menos de 9 millones de líneas activas y en solo un año se han perdido todas las líneas creadas a lo largo de casi cuatro años. En este sentido, el despegue de la fibra óptica coincide con la «muerte» del ADSL, un crecimiento que se ha acelerado de forma exponencial en los últimos meses, aunque las primeras líneas se ofrecieron a comienzos del 2010. Ahora, operadores como Vodafone y Movistar ofrecen 300 megas sobre esta tecnología y Jazztel 200 megas, tasas impensables sobre ADSL.
Pero no es la mayor velocidad actual el motivo de la transición en favor de la tecnología de fibra óptica, puesto que en muchos puntos sólo se alcanzan un máximo de 10 megas con fibra óptica, una cifra que sí puede igualar el ADSL. Además, la cobertura de la fibra óptica sigue siendo limitada y, aunque España lidera entre los países europeos, lo cierto es que los operadores de telecomunicaciones no pueden ofrecer esta tecnología a todos sus clientes, pero el ADSL ha sido desbancado por completo de los planes publicitarios de las telcos.
La fibra óptica pisa el acelerador
Los últimos movimientos en el mercado, como la fusión Vodafone-ONO y la compra de Jazztel por parte de Orange, han acelerado el ritmo de desarrollo de la fibra óptica en España, y se continuará con la tendencia en los próximos meses. Además, aún estamos a la espera de dos grandes cambios. Por una parte, la configuración de la oferta convergente de Jazztel-Orange, y por otro lado las consecuencias directas de la OPA de France Telecom, que darán a MásMóvil o Yoigo su propia infraestructura de banda ancha fija con fibra óptica y, por lo tanto, una cuarta oferta convergente.