La nueva batalla desatada en el sector de las videoconsola con la llegada de PlayStation 4 y Xbox One no parece preocupar por el momento a Microsoft. La compañía ha mostrado su satisfacción con el número de consolas vendidas a pesar de que es un 40% inferior al logrado por su competidor.
«Es una carrera de fondo, un maratón, no un sprint». Con estas palabras ha querido mostrar calma y tranquilidad Phil Spencer respecto a las ventas de Microsoft en torno a Xbox One. Su consola de nueva generación ha sufrido un importante impulso con la llegada de Titanfall, pero sus cifras aún están lejos de las logradas por PlayStation 4.
Según los datos de VGChartz, recogidos por nuestros compañeros de Gamerzona.com, la nueva Xbox ha tenido una demanda ostensiblemente inferior a PS4. Mientras que esta última ha alcanzado los 6,1 millones de unidades vendidas en todo el mundo (a fecha de 8 de marzo), Xbox One ha logrado 3,6 millones en prácticamente el mismo periodo de tiempo.
Optimismo desatado tras el lanzamiento de Titanfall
De vuelta a las ventas de la nueva consola, el portavoz de Microsoft remarcó que la compañía tiene «grandes planes de futuro» para su consola y que está «satisfecha con el plan establecido». No en vano, en unos meses el equipo saldrá a la venta en 26 países más, lo que a buen seguro aumenta sus ventas.
A este factor hay que unir una posible rebaja en su precio como incentivo para que mejoren. Como se ha podido comprobar en Reino Unido, donde sí se ha bajado su precio de forma paralela al lanzamiento de Titanfall, ha disparado las ventas de la consola, por lo que se espera que la compañía juegue esta baza de forma progresiva para intentar recortar terreno a PS4 en esta «carrera de fondo».
