He probado el juego en la nube en mi Fire TV Stick: me sigo quedando con una Xbox por estas razones
El juego en la nube es el futuro para muchos desarrolladores, pero lo cierto es que todavía quedan varios aspectos por pulir que hacen que este tipo de sistema no sea el principal para jugadores más exigentes. A pesar de ello, Microsoft sigue impulsando fuertemente su campaña de marketing bajo el llamamiento de que no se necesita consola para jugar a todo su catálogo a través de Internet. Una de las plataformas compatibles es el Fire TV Stick, aunque sigue sin convencerme.
La compañía norteamericana está desviando su apuesta por el hardware para invertir más en la vertiente del juego en la nube. Tras ver cómo sus cifras de ventas de las consolas Xbox han terminado por estancarse e incluso disminuido un 42 % respecto al informe de resultados del año anterior, los de Redmond quieren poner toda la carne en el asador para potenciar la transmisión de juegos por medio de una conexión a Internet.
Hace poco se sumó el Fire TV Stick de Amazon como otro de los sistemas que reciben soporte para jugar a cualquier título de la biblioteca del servicio Xbox Game Pass, al igual que también se puede en otros dispositivos, como Smart TV, ordenadores o teléfonos móviles. No obstante, la aplicación de Microsoft sigue encontrándose en fase beta, lo que dificulta que la experiencia de juego se acerque a la que se ejecuta de forma nativa. Pero existen otras razones por las que el juego en la nube no se posiciona como el mejor sistema de disfrutar los videojuegos.
¿Por qué el juego en la nube en un Fire TV Stick no es la mejor opción?
El juego en la nube de Microsoft ya lleva operativo un largo tiempo. Desde que se lazó la beta a mediados del 2020, Xbox Cloud Gaming ha ido mejorando con ciertas actualizaciones que corrigen muchos de sus apartados. La baja latencia ha sido uno de ellos, pues la capacidad de respuesta es más efectiva que la de los servicios de sus rivales más directos, como es el caso de PlayStation Plus. Esa es una de las trabas que la empresa se ha quitado de en medio, cosa que se agradece.
Pero al instalar la aplicación de Xbox en mi Fire TV Stick y acoplar un mando para jugar me di cuenta de un par de cosas que muchos usuarios no estarían dispuestos a sopesar: la primera es que necesitas una suscripción al servicio Game Pass, que hay que pagar mensualmente por un importe de 17,99 euros, y la segunda es que hay que adquirir un mando de la propia consola para jugar. En primera instancia, puede que ambos casos no sean problema para jugadores más asiduos, pero sí para los ocasionales.
Otro de los inconvenientes es que se necesita una conexión a Internet. En el momento que se produzca un corte en tu conexión, no podrás jugar en la nube. Y además se necesita una buena velocidad de conexión para obtener una experiencia óptima de juego.
La Xbox Series S|X como principal plataforma de juego
Aun cuando el coste de una consola de nueva generación no está al alcance de todos, si quieres disfrutar de todos los juegos que ofrece Xbox Game Pass a una alta calidad e instalarlos de forma nativa como si hubieses adquirido el título en la tienda de Microsoft, te recomiendo acceder desde una Xbox Series S o una Xbox Series X.
Sin duda, la resolución que vas a recibir será de 1440p o 4K, mientras que el juego en la nube solamente alcanza los 1080p. También el puerto HDMI 2.1 de las televisiones actuales permitirán que eleves la tasa de imágenes por encima de los 60 fps, hasta un máximo de 120 fps, cosa que no ocurre en el juego en la nube, que se estanca en los 60 fps.
Tampoco contarás con tecnologías de imagen VRR, HDR o Dolby Vision, que mejoran notablemente el visionado de los juegos y que suponen a la práctica elementos mucho más atractivos que si usaras el sistema de juego en la nube.