Varios motivos por los que no deberías usar tu ordenador personal para trabajar
En la mayoría de los casos, usar tu PC doméstico para tareas de oficina no tendría por qué ser un problema. No obstante, sí que hay determinados aspectos que merece la pena conocer para decidir bien entre usar un ordenador exclusivamente para el trabajo y otro para tu vida cotidiana.
Antes de comenzar con el tema, hay que tener claro que la realidad es la que es. Hay muchas empresas que no proveen a sus trabajadores con portátiles u ordenadores, por lo que no queda otra que usar el PC personal cuando se tiene que completar alguna tarea desde casa. E incluso aunque te diesen un ordenador de empresa, es posible que prefirieses seguir usando el tuyo propio, porque te sea más cómodo, sea más rápido, o lo tengas más a mano.
En resumidas cuentas, la idoneidad de usar un ordenador específico para el trabajo (tanto si es uno que te proporciona gratuitamente la empresa como si es uno que has comprado tú) o usar el tuyo propio depende de dos factores: la protección de los datos de la empresa, y la protección de tus datos personales. Sobre este tema se ha formado un gran debate en el foro HackerNews, y a continuación recogemos algunos de los argumentos que han esgrimido sus usuarios.
Vamos a poner varios ejemplos. Por un lado, si la empresa te provee con un ordenador del trabajo, probablemente le interese que lo uses. De hecho, es posible que sea obligatorio. Esto, sobre todo si hablamos de una gran empresa, puede estar motivado por dos razones.
Riesgos de seguridad
La primera es que ese ordenador traerá herramientas de seguridad propias para evitar las filtraciones, fugas de datos o hackeos a la empresa a través de tu ordenador. La segunda, es que el sistema del equipo lleve integrado algún software de monitorización que permita a la empresa incluso conocer tus rutinas, como a qué hora lo usas y cuándo está inactivo.
A ti, desde luego, te interesa mantener protegidos los datos, usuarios, contraseñas y todo tipo de accesos a información de tu empresa, sobre todo, como decimos, si se trata de una empresa grande o con información relativa a clientes y otros datos confidenciales. Nadie querría ser el culpable de un ciberataque exitoso en su empresa debido a estar accediendo a sus bases de datos desde un equipo no protegido.
Es cierto que, por ejemplo, los Mac de Apple son considerados muy seguros y a prueba de robo de datos. Aun así, el riesgo sigue ahí.
Tu privacidad
A esto sumamos otro factor, poco probable, pero posible: en caso de que la compañía se enfrente a un problema legal, las autoridades podrían exigir que les dieses el portátil para examinarlo. Lógicamente, no querrías que nadie estudiase qué tienes en tu ordenador personal, por lo que siempre será mejor opción poder entregarles un ordenador que sabes que no has usado para nada más que para lo relacionado con el trabajo.
En la Unión Europea, donde las protecciones sobre la privacidad de los individuos está bastante garantizada, estas situaciones son poco probables, pero no imposibles.
Pero, por otro lado, si el ordenador incluye algún software similar a Rippling, dedicado a la gestión de equipos remotos, tal vez te incomode que la empresa pueda tener datos sobre cuándo usas el dispositivo, ya que esto amenazaría tu privacidad, libertad y autonomía.
Esta es una razón por la que preferirías usar tu PC personal, libre de cualquier tipo de intromisión.
Uso justo de recursos
Finalmente, está el tema de los gastos que ponemos nosotros frente a los que corren de parte de la empresa.
Tal vez tu ordenador personal sea más rápido y técnicamente mejor que el que te provee la empresa. Usar el PC de la empresa te incomodará si sientes que te ralentiza en tus tareas. No obstante, hay que pensar que la empresa hace bien en entregarte un portátil (deberías tener el derecho de que se te proporcionen tus herramientas de trabajo). Si este PC va lento o mal, es responsabilidad de la empresa arreglarlo para que tu productividad (y, por ende, la de la empresa) mejore.
Va en el propio interés de la empresa que sus trabajadores cuenten con las herramientas necesarias. No deberías ser tú el que invierta su propio dinero en comprar un PC caro para poder desempeñar sus tareas. Por tanto, entra en juego también la inversión que estás dispuesto a hacer. Incluso aunque pienses que no te importe usar tu propio PC, recuerda que al aumentar la cantidad de horas que lo utilizas (jornada laboral sumada al uso de ocio), lo desgastarás más rápido.