Normalmente las películas sobre videojuegos lo petan: no ha sido así para Borderlands, destrozada por crítica y fans
La llegada de Mario y Luigi a la gran pantalla en 2023 fue un éxito colosal, pero también han logrado notoriedad las películas de Sonic, la adaptación de Five Nights at Freddy’s con Josh Hutcherson, la saga Resident Evil, Tomb Raider, o la más reciente serie Fallout, de Amazon Prime. Los videojuegos están viviendo una nueva era dorada en la sala de cine, pero no todo lo que lanzan los estudios dentro de esta categoría tiene el mismo buen ver.
La recién estrenada Borderlands, ambientada en el juego homónimo de disparos y ciencia ficción para Xbox y PlayStation de 2009 y que va por su tercera entrega, se ha dado de cara contra la crítica especializada, que ya la sitúan como una de las peores películas basadas en videojuegos de la historia. El golpetazo que se ha llevado Lionsgate ha sido grande. Suspenso en IMDb y Filmaffinity, un paupérrimo 9% en Rotten Tomatoes (empezó de hecho con un 0%) y apenas un 1,8 sobre 5 en Letterboxd.
En redes sociales, el público general coincide con la crítica. No paran de subirse vídeos a YouTube tratando de explicar qué salió mal, tildándola de «terrible» o «peor que Madame Web» (que ya es decir). En X, abundan los memes sobre lo terrible que es la película.
Esta coincidencia entre críticos especializados y público deja entrever que ni siquiera corre la suerte de esas películas que, pese a ser destrozadas por la prensa, tienen algo especial que las convierte en joyas de culto entre los fans del género. No parece haber mucha gente a la que esta adaptación le haya gustado ni un poco.
Y no debería ser por el cast: encontramos grandes nombres como Cate Blanchett, Kevin Hart, Jack Black o Jamie Lee Curtis. Su director, Eli Roth, cuenta con la experiencia de haber dirigido la reciente cinta de terror Black Friday, aunque el resto de su catálogo de películas no cuenta en general con críticas demasiado positivas en portales de cine.
¿Qué falla entonces? Algunos de los posibles motivos apuntan a un CGI mal logrado, a un conjunto de actores veteranos que interpreta a personajes que deberían estar en sus 20, cameos de celebrities poco justificados, y un humor que no aterriza. «Borderlands da la impresión de ser lo que un ejecutivo desubicado cree que los jóvenes guays encuentran atractivo. No hay un solo momento de sinceridad en los personajes, solo comentarios desagradables que parecen anticuados en cuanto salen de la boca de los actores. Ni siquiera es tan mala como para ser buena, solo un completo desastre», dice @edgorteg.
Rotundo fracaso en taquilla
Las pérdidas millonarias ya están aseguradas. La película costó, sumando producción y marketing, alrededor de unos 150 millones de dólares. Tras su primer fin de semana de estreno, solo ha cosechado 17 millones de dólares a nivel global, lo que la sitúa entre los peores estrenos en cines de películas basadas en videojuegos. No se esperaban desde Lionsgate tal descalabro, pese a que las adaptaciones de videojuegos están en un punto álgido.
Lo sucedido sirve de recordatorio a los grandes estudios de Hollywood de que el éxito nunca esté asegurado, aunque se apresuren a continuar exprimiendo la actual gallina de los huevos de oro que supone el universo gaming como fuente de inspiración para superproducciones en serie.
Lo único positivo de la historia es que el estreno sí parece coincidir con un leve aumento en las cifras de jugadores de la saga en Steam, aunque muchos fans bromean con que los espectadores que desconocían el juego quieren comprobar si, de hecho, los videojuegos son tan malos como la película que han visto.