Es la mayor injusticia de Hollywod, su película es un clásico que arrasa en streaming, pero su protagonista no se lleva ni un euro por ello
Los royalties o los residuals, muy similares, son aquello que los actores pueden embolsarse con el paso del tiempo cada vez que sus películas se emiten en televisión, se reproducen en streaming o se reestrenan en los cines. Normalmente ayudan mucho a las estrellas, pero todo Hollywood es consciente de la injusticia que se cometió en un caso muy concreto.
Seguro que te va a sonar el nombre del actor del que te vamos a hablar. Aunque quizá no lo tienes demasiado situado últimamente o le hayas perdido el rastro como también han hecho muchas otras personas. No sería raro, porque su momento de oro, cuando fue una estrella, se encontró en su infancia. En aquel entonces, Macaulay Culkin era una gran estrella que arrasaba en la taquilla y lograba que todo tipo de películas acabasen convirtiéndose en grandes éxitos. Hoy día, no se lleva ni un céntimo por su más famoso trabajo: Solo en casa.
Ocurrió en 1990
Daba inicio la década de los 90 cuando un joven llamado Macaulay Culkin se convertía en el alocado protagonista de uno de los mayores clásicos del cine navideño. Solo en casa, dirigida por el enorme Chris Columbus y con guion de John Hughes, aterrizaba en España el dia 21 de diciembre de 1990. Muchos padres de la época, como los míos propios, llevaron a sus hijos a verla a las salas. Y no solo una vez, sino varias. La recaudación de la película fue enorme e hizo que Culkin se transformase en el niño actor que todas las productoras querían tener en plantilla.
Los padres de Culkin llevaban tiempo detrás de conseguir que uno de sus hijos se transformase en estrella. Tenían la firme convicción de que alguno lo conseguiría y, por ello, estaban siempre en castings y pruebas donde los iban apuntando dependiendo de los papeles o perfiles que se buscasen. Al final, Macaulay es quien dio la campanada, aunque su hermano, Kieran Culkin, al que también vemos en Solo en casa, paradójicamente, se acabase convirtiendo en un actor más premiado que él.
El tremendo éxito de Macaulay hizo que su padre dejase su trabajo y que se dedicase íntegramente a actuar como su agente. Hay muchas historias para no dormir sobre aquel tiempo y de la forma en la que las jornadas padre-hijo no se desarrollaban precisamente de una manera normal. Macaulay se había convertido en una máquina de hacer dinero trabajando sin descanso, lo que, como se pudo ver posteriormente, hizo que el actor no dudara en abandonar la interpretación en cuanto tuvo capacidad para ello. Y, si bien volvió de una manera tímida y sin estrés, es obvio que nunca ha buscado relanzar su carrera a lo grande.
Contratos mal definidos
Como decíamos, los contratos y todo el papeleo del trabajo de Macaulay Culkin lo gestionaba su padre, Kit Culkin. Posiblemente, como el actor todavía no era famoso cuando rodó Solo en casa, optara por unas condiciones beneficiosas a corto plazo y no a largo. Debido a ello, no se incluyó ningún tipo de acuerdo para los royalties o los residuals, lo que significa que el actor, como te decíamos antes, no obtiene absolutamente nada cada vez que la película se reproduce.
Esto, lógicamente, es distinto a lo que cualquier actor en edad adulta y con cierta fama haría en la actualidad. Cualquier estrella tanto de películas como de series de televisión tiene una serie de royalties que les proporcionan ingresos pasivos con el paso de los años. Incluso, el famoso Arnold Schwarzenegger, ha hecho comentarios en distintas ocasiones sobre estos ingresos que recibe de algunas de sus antiguas películas, lo que no hay duda de que resulta muy positivo para sus arcas.
Pero, por mucho que Solo en casa siga siendo una película que se reproduce sin límite, sobre todo en Navidad, Macaulay Culkin no se lleva absolutamente nada. Y, como te puedes imaginar, los visionados que tiene la cinta en el mundo entero son incontables. No solo es un clásico en todo tipo de países, desde Estados Unidos, España o incluso Japón, sino que también es frecuente que se transforme en el caramelito navideño que todos los servicios de streaming quieren. Ese es el motivo por el cual, aunque es una película que los 365 días está en Disney+, en Navidad también aparezca en otras plataformas, como Netflix.
La carrera de Macaulay Culkin se disparó después de esta película con su secuela, con la inolvidable Mi chica o con otros títulos como El guardián de las palabras. Y suponemos que de alguna de esas sí que obtendrá royalties, pero es obvio que en su carrera no hay absolutamente nada que se parezca (salvo su segunda parte) a la magia y el éxito inmortal de Solo en casa.
Hoy día, Macaulay Culkin vive a su bola, a su ritmo, haciendo lo que quiere, ha sido padre, y está casado con la actriz Brenda Song, que fue crush de muchos espectadores en la serie Hotel dulce hotel: Las aventuras de Zack y Cody. La relación con su padre es inexistente desde que se emancipase a los 16 años. A día de hoy, el actor parece que todavía trata de superar los malos momentos que vivió en su infancia.