No quería que mi operadora me cobrase más de sorpresa y empecé a evitarlo usando Revolut
No solo lo hago yo, sino que es una buena costumbre seguida por bastantes personas, para asegurarse de no recibir cobros inesperados o indebidos que les pillen por sorpresa.
Se trata de un truco muy sencillo, pero a mucha gente ni tan siquiera se le ha ocurrido. Aunque se supone que no debería ser lo común, hemos escuchado tantos casos (o los hemos vivido) en los que las operadoras han cobrado más de lo habitual de forma totalmente inesperada, que muchas veces tenemos miedo de que pueda llegarnos una factura a final de mes más grande de lo que debiera. La operadora tiene nuestros datos bancarios, y nos cobran por sí solas sin que podamos hacer nada antes de ver el abultado pago, pero hay una forma de ser precavido y no permitir que la empresa cobre demasiado sin previo aviso.
Personalmente, no solo hago esto con la factura móvil, sino que me sirve para otras suscripciones como la que pago por iCloud, servicios de streaming o cualquier otro pago puntual. Además, no solo tiene que ser con Revolut, sino que puedes usar otra herramienta de pago móvil similar con la que ya tengas cuenta o con la que estés más familiarizado.
Hace no mucho me pasé a Digi, y fue ahí cuando aproveché para llevar esto a cabo. Usé mi cuenta secundaria en Revolut para que me cobren ahí las domiciliaciones, es decir, las facturas. Si lo que tengo que pagar al mes son unos 7 euros, lo que hago es ingresar cada mes esa cantidad en Revolut para que, si la compañía solicita más dinero, no haya fondos suficientes en la cuenta y no se complete el pago. Así, protejo los fondos de mi cuenta principal, para que no puedan cobrar lo que quieran sin previo aviso.
Esto tampoco me supone ningún trabajo, ya que tengo programada la transferencia de mi cuenta principal a la de Revolut, para que se complete siempre antes del día en que Digi cobra la factura. Por otro lado, la transferencia que hago no es de 7 euros justos, sino de 9 o 10 euros. Esto es porque también pago iCloud, pero también porque es posible que realice alguna llamada internacional u otro consumo de más que, de forma justa, implique un consumo superior, por el que podrían cobrarme algunos céntimos de más. En cualquier caso, esto aún no ha ocurrido.
Protege tu cuenta bancaria principal
Al final, se trata de tener una cuenta secundaria en alguna otra entidad bancaria, que podamos usar para pagar por estas suscripciones o facturas habituales metiendo en ella el dinero justo, para que tampoco a tu gimnasio se le ocurra, de buenas, subirte la cuota sin consentimiento. El pago será rechazado, y tendrás más tiempo de estudiar con la compañía qué es lo que ha ocurrido. Usar Revolut es una cuestión personal; al tener una buena app móvil, puedes supervisar rápidamente los movimientos, así como usar su menú de seguridad para controlar mejor las transacciones. Pero también podrías usar N26, Bnext o la alternativa que prefieras.
No solo para pagar suscripciones; tener cuentas secundarias específicas para según qué objetivos puede ayudarte a proteger tu dinero. Deberías también usar estas otras cuentas o tarjetas diferentes para pagar online, por ejemplo, de forma que no haya más servicios o empresas de la cuenta que conozcan tus datos privados. Cuantas más empresas posean tus datos bancarios, más probabilidades hay de que un ciberataque afecte a alguna de ellas, dejando expuestos tus datos. Como ves, usar varias cuentas tiene múltiples ventajas.