La expansión de Movistar Plus+ como una de las plataformas de streaming más importantes del mercado sigue adelante gracias a dos factores: el precio y su gran catálogo de películas. En este último aspecto, podemos decir que ya hay más de 1.800 títulos disponibles. Y, entre todos ellos, los que recopilamos en este artículo son los 10 mejores.
¿Buscas algo que ver en Movistar Plus+? La OTT tiene un catálogo tan amplio que, en ocasiones, puede ser difícil decidirse por una película. Para facilitarte el trabajo y que no pierdas horas moviéndote por la interfaz, toma nota de nuestras recomendaciones. Todas estas películas las tienes disponibles con la suscripción de 9,99 euros al mes que puedes contratar siendo de cualquier operador.
Cadena Perpetua
Más allá de ser una película carcelaria, lo que hace de Cadena perpetua la película que tienes que ver sí o sí del catálogo de Movistar Plus+ es su gran capacidad para inspirar. No es que lo que le ocurre a su protagonista, Andy Dufresne, resulte agradable, pero sí que te inspira a sacar fuerzas de flaqueza para superar cualquier adversidad que puedas encontrarte.
Cadena perpetua, basada en una historia corta de Stephen King, lo tiene todo, hasta a un Morgan Freeman que es simplemente perfecto. Incluso con una duración de 142 minutos, la película se pasa volando, en especial si la ves en Movistar Plus+ y no en la TDT como antaño bañada de anuncios.
Tiburón
Lo que consiguió Steven Spielberg con Tiburón fue una obra maestra del cine de terror que todavía hoy día sigue vigente como una de las mejores, o la mejor, película de su género. Argumentalmente, no le falta de nada y su trabajo interpretativo es, simplemente, exquisito.
Pero, además, Spielberg hace uso de recursos de dirección con la cámara que, para la época, eran una pura fantasía, algo que nadie había visto venir. Se estrenó en 1975, mucho antes de que la mayoría de nosotros naciéramos, pero sigue siendo una película maravillosa. Inspira terror y tiene un ritmo que provoca que estés atento en todo momento escena por escena a lo que ocurre en pantalla.
El gran Lebowski
Normalmente, a las comedias se las suele dejar de lado en este tipo de selecciones tal y como ocurre en los Oscar. Y no es justo. Aunque El gran Lebowski es una comedia trufada de drama y con un punto de vista que resulta especialmente disfuncional, se ha convertido en una obra de arte. Es difícil que otra propuesta logre replicar todo lo que tiene una película que es caótica desde su primera escena.
Comenzando por las escenas de la bolera hasta el propio personaje principal, un “nota” que carece de la mayoría de rasgos que Hollywood introduce en sus protagonistas. Si a eso le sumas las canciones y el surrealista desarrollo de los acontecimientos, lo que queda es una película que nadie sabe de dónde salió, pero que se acabó quedando como un gran clásico de su género.
El club de la lucha
Cuando el mundo hable de las mejores películas de Brad Pitt, tendrá difícil elegir la más destacada, pero El club de la lucha debería ser una de ellas. Quizá juegue en su contra que comparte el protagonismo con Edward Norton, otro actor que también es simplemente espectacular. Aunque decir que comparten el protagonismo podría ser discutible si profundizamos en la esencia de la película, la cual está cargada de misterio y tiene su particular “trampa” hacia el espectador.
El club de la lucha redefine a una generación de personas que pueden llegar a tenerlo todo o no tener nada, pero que, en ambos casos, están insatisfechas con el mundo que las rodea. Fue un sentimiento que acompañó a miles de personas que encontraron, en El club de la lucha, una curiosa ventana de escape hacia el exterior de la realidad.
El club de los cinco
Ir al instituto nunca ha sido fácil, pero en los años 80 podría llegar a ser desafiante. En El club de los cinco, las diferencias entre las distintas “clases” de estudiantes del instituto se reúnen con cinco alumnos que han sido castigados y que, compartiendo espacio, descubren que sus vidas no están tan alejadas unas de otras.
El club de los cinco reflejó los problemas, las inquietudes internas y las preocupaciones de una generación eclipsada por sus padres y por los adultos de la época. Cada uno de los estudiantes, a su forma, enfrentándose a sus dificultades, demuestra que hay algo más de lo que se ve a primera vista. Y esa liberación se comparte con el espectador de manera magistral. La película realmente sigue inspirando incluso más de 40 años después.
El silencio de los corderos
Hannibal Lecter es, por derecho propio, uno de los villanos más terribles del cine y, sobre todo, uno de los que más han aterrorizado a los espectadores. El problema con el asesino de El silencio de los corderos, es que resulta convincente por su inteligencia y capacidad para manipular a las personas, así como por el encanto que tiene. Anthony Hopkins se encargó de ello a conciencia.
La película es un fantástico punto de partida para una saga que nunca volvió a un nivel de excelencia como el de esta producción, pero que entretuvo durante años. El perfil del protagonista ha sido estudiado durante años por reflejar muchos de los patrones más extendidos entre asesinos y psicópatas.
Terminator 2: El juicio final
Terminator es una buena película. La primera entrega tiene acción y siembra un sentimiento de terror notable a lo largo de todo el film. Pero con Terminator 2: El juicio final, James Cameron logró un producto redondo. La película es un no parar de adrenalina y de sentir que estás viendo una historia absolutamente épica.
Sus persecuciones, combates, los tiroteos e incluso los momentos en los que la acción se relaja para dar el paso a las conversaciones, tienen un atractivo que provoca que siempre estés atento a la pantalla. Su clímax final, la tensión de esos últimos momentos, engrandece una película que no optó por el camino fácil. De eso se ocuparían las secuelas, pero este segundo film es perfecto.
El gran showman
Los musicales posiblemente merezcan mucho más amor del que se les suele demostrar, pero El Gran Showman es una película ideal para remarcar su valor. Tiene una música de categoría, unos números y escenas que conquistan y te invitan a fijarte en cada detalle y una muy buena historia.
Hugh Jackman se convierte en maestro y ceremonias de un film que hay que disfrutar, al menos una vez, mirando detenidamente a la pantalla sin tener el móvil en la mano. El reparto que le rodea también hace un trabajo excelente y logra que sea una historia que rompe barreras del tiempo para, posiblemente, convertirse en un clásico de culto que seguirá sorprendiendo con el paso de las décadas.
Men in Black
La unión de Tommy Lee Jones y Will Smith en Men in Black logra una combinación que nadie esperaba, pero que todo el mundo quiere seguir viendo. El primer film tiene una parte inicial, la del reclutamiento, que es estupenda y que te provoca la carcajada incluso si la has visto 50 veces. El resto de la película es una constante transmisión de buen rollo que también favorece a que se trate de una gran recomendación.
El resto de la saga, la segunda y la tercera película, merecen otra mención especial, pero la primera parte es la que nos hizo vibrar a todos en su tiempo y la que nunca olvidaremos.
Marte (The Martian)
La historia es sencilla y el film no es precisamente espectacular, pero Marte (The Martian) deja un regusto que resulta de lo más satisfactorio. Quizá sea la cercanía que transmite Matt Damon durante el film o la posibilidad de adentrarnos en una idea tan cautivadora como la de un posible viaje a Marte.
De todas formas, es una película muy equilibrada y que sabe jugar bien con la limitación de escenarios para que disfrutemos de una experiencia divertida en todo momento. Hay mejores películas de ciencia ficción, pero Marte tiene ese “algo” que nos hace volver a ella a menudo. Es algo que no nos pasa con Interstellar, cuyo revisionado, por ejemplo, resulta menos satisfactorio.
